Un grupo de comerciantes del Mesón Estrella comenzó a vender este fin semana ramos y macetas de flor de cempasúchil, las cuales provienen de Durango, Coahuila y San Luis Potosí, el problema es que la economía de las personas ha impedido que compren como en otros años.
A unos días del Día de Muertos, la señora Maricela, de la colonia 2 de Mayo, en Guadalupe, se instaló en la esquina de Juan Méndez y Aramberri, un punto transitado por aquellos que compran “mandado”, y dijo que vendió más de 35 ramos durante el viernes.
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“Ahorita la venta está tranquila, creo que es porque la quincena es el martes, joven, pero no me puedo quejar, porque he vendido más de 30 ramitos y ramos de flor”, dijo Maricela, quien pidió un break para atender a un par de señoras que le preguntaban costos.
Los ramos chicos de la flor de cempasúchil, que simboliza el Día de Muertos en México, gracias a su color y aroma, es uno de los elementos más representativos de las ofrendas para los muertos, van desde los 20, 50 y hasta los 100 pesos.
“Ahora sí, pregúnteme”, respondió tras vender dos ramos amarillos y una de terciopelo que llamaba la atención de los caminantes que avanzaban con sus bolsos de fruta y verdura.
“Espero que este año me vaya bien, siempre me pongo en este punto porque es bueno, tuve la pérdida de mi hermana y espero que me vaya mejor, verdad, si Dios quiere. Me compran mucho ya cuando se acerca, se me termina, gracias a Dios”, dijo.
De acuerdo con el Gobierno de México, la flor de cempasúchil es originaria del país, su nombre proviene del náhuatl cempohualxochitl que significa veinte flores o varias flores.
“Nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol, razón por la que la utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus muertos. La tradición marca hacer senderos con las flores de cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas hacia los altares”, se lee en la información oficial.
El 1 y 2 de noviembre se celebra en México a los muertos, son días en los que se puede apreciar el color y olor más intenso de la flor.
Las calaveritas de azúcar son una tradición imperdible
Eduardo Chávez, vecino de Monterrey, vende calaveritas de azúcaren el acceso principal del Mercado Juárez, y tiene diferentes tamaños y precios, que van desde los 17 y hasta los 70 pesos, pues hay unas que son pedidas para colocarlas en los altares escolares.
“Ahorita está tranquilo, de repente se vienen a comprar las chicas para su altar, también vendemos tumbas, difuntos y coronas de azúcar”, indicó brevemente.
Aunque Chávez solicitó no hablar mucho, sus calaveritas eran las únicas que tenían precios razonables, de acuerdo con Sonia, una mujer que compró dos medianas.