En tan solo cinco años, las viviendas en condición de abandono se han incrementado 10.5 por ciento en la ciudad de León, actualmente se contabilizan 60 mil 137 viviendas en esta condición, generando problemáticas en materia de seguridad, consumo de drogas y riesgo de colapso para habitantes contiguos.
A estos hogares, se suman 10 mil 641 que se contemplaban como de “Uso temporal”, es decir que solo son habitados por lapsos muy cortos y posteriormente abandonados, estos también han experimentado un crecimiento del 1.5 por ciento y en muchos casos son utilizados como casas de pánico para consumo de drogas y hasta para actividades criminales.
“Están todas abandonadas las casas, los chavos se meten a drogarse, las personas tiran basura adentro y a nosotros todo eso nos genera problemas de humedad y hasta plagas en nuestras casas” refirió Tomas Méndez, vecino de Brisas del Campestre.
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El abandono de viviendas provoca, además, la desvalorización de las casas aledañas a la zona donde se encuentran.
“Nos ha pasado que conforme las van abandonando, los mismos vecinos de la zona se meten a saquearlas, les quitan las ventas, puertas, la herrería, se llevan hasta lo del baño y vemos como lo revenden en los alrededores”, agregó Carmen Ortiz, vecina de Brisas del Faro.
Entre las principales causas por las que se abandonan la vivienda en la ciudad, se ha identificado que la primera es la lejanía a la zona urbana y lugares de trabajo, le siguen la inseguridad, inadecuada calidad de la construcción, carencias en el servicio de transporte público como pocas rutas y altos tiempos de espera.
Otras de las causas, son la nula existencia de espacios públicos, el vandalismo de la infraestructura, los problemas económicos de las familias para pagar la hipoteca o la compra sin interés de habitar dichas viviendas.
En contra parte, la ciudad de León cuenta con 400 mil 662 viviendas particulares habitadas y se estima que en promedio se incrementan 10 mil 737 nuevas viviendas.
La problemática que hoy enfrenta la ciudad es de un crecimiento desmedido de la mancha urbana, donde los fraccionamientos se expanden hacia los límites de la ciudad, sin que sean aprovechados los espacios en la zona urbana que ya se encuentran construidos.
PCQG