A Yolanda, su mamá, doña Francisca, nunca la acompañó a los festivales de la escuela por el 10 de mayo, el Día de las madres. La razón: el trabajo en su tienda de abarrotes se lo impedía.
Yolanda y sus cuatro hermanos no veían a su mamá en las actividades que se realizaban en la escuela para festejar a las mamás. Debía atender el negocio de tiempo completo.
“Yo decía: híjole por qué no cierra un ratito y está conmigo, yo creo que media hora o una hora no es tanto, me habría gustado que ella me viera bailar pero no iba, yo siempre estaba esperando en la puerta para ver si había cambiado de opinión mi mamá y la viera entrar pero nunca se me dio”, cuenta.
Yolanda veía a sus compañeras acompañadas de su mamá y ese momento era algo fuerte para ella. Estudió en el internado Hijos del Ejército. No fue la única, la ausencia de su madre también se dio con sus cuatro hermanos.
“Creo que también mis hermanos sintieron, cuando era hora de la salida estábamos todos, nos veíamos unos a los otros de que no había venido mi mamá con ninguno, se siente muy feo”, dice. Yolanda tiene tres hermanas y un hermano.
Cuenta que el argumento de su mamá para no convivir con ellos el 10 de mayo en la escuela era que no tenía tiempo, que no podía dejar el negocio solo o con quién lo dejaba.
“Pero yo decía: cierra media hora, una hora, pero no sé qué pensaba ella en ese momento, yo cómo le voy a exigir si quizá su familia de ella tampoco asistió a un evento de esos, respetaba su decisión. Mi mamá no fue a los festivales del kínder, la primaria, secundaria, a ninguno, ni a juntas a veces se presentaba”, dice.
Yolanda Gómez Romero, comerciante en el mercado Guzmán Mayer, cuenta que ahora con sus dos hijos, Gerardo de 14 y Alejandro de 15 años, ella no ha dejado de acudir a los festivales para que no vivan lo que ella pasó: la ausencia de su madre en las festividades del Día de la madre.
“Cuando es el 10 de mayo dejo mi negocio un ratito, corro con ellos a verlos, los acompaño, desde niños ellos me veían y se alegraban, tuve la experiencia de mi mamá y dije: yo a mis hijos no los voy a dejar solos en ese momento, no he faltado a ningún festival”, dice.
Recuerda que en el kínder la ponían a hacer educación física con ellos y en la primaria acudía a verlos bailar junto a sus compañeros, lo mismo que en la secundaria. Asegura que en cada festival la pasa bien junto a sus hijos.
-¿Y este 10 de mayo cómo piensa festejar con sus hijos?
-Casi no vamos a ningún lado porque estoy trabajando en mi negocio, pero cerrando hacemos unos bisteces y voy a ver a mi mamá, comúnmente me llevo a mis hijos con mi mamá.
-¿Va a acudir al festival de este año?
-Sí, el de la secundaria, incluso me voy a llevar a su abuelita, regularmente siempre la llevo.
-¿Y qué siente cuando acompaña a sus hijos?
-Siento bonito porque ellos corren hacia mí, van por mí a la puerta.
Yolanda acudirá al festival de su hijo menor en la secundaria luego de dos años en los que no hubo festejo debido a la pandemia de covid-19. Antes de ello siempre acudió.
-¿Cómo cree que será este año el festejo del 10 de mayo?
-Pues aprovechar el último año a mi hijo porque ya se va a ir la prepa y no lo voy a volver a ver bailar.
-¿Y cómo vive usted los festivales con sus hijos?
-Es bonito, es como remendar lo que yo viví con ellos.
-¿Qué significa para usted ser mamá?
-Es una bendición.