El precio del éxito

John McCarthy, director general de Leisure Partners

Los tiempos del “más es mejor” para algunos destinos turísticos ya pasaron; es necesario impulsar crecimientos sustentables.

El precio del éxicto, Venecia
John McCarthy
Ciudad de México /

Jamás pensé que algún día estaría escribiendo del sobreturismo (más conocido por su término en inglés, overtourism), el nombre que se le ha dado al fenómeno que ocurre cuando un destino turístico ha sido rebasado por el número de turistas o la “capacidad instalada” de un lugar.

Me cuesta trabajo el tema, por que me he pasado la vida convencido de que el turismo es la gran solución para muchos países y regiones; incluso en los años que fui director general de Fonatur, nuestro gran reto y nuestro éxito se medía con base en la construcción de hoteles y a la ocupación hotelera de dichos cuartos, y por lo tanto al número de turistas y su gasto promedio. En síntesis… ¡entre más mejor!

Volviendo a nuestro tema; dicen que “para muestra basta un botón” y qué mejor ejemplo que el de una ciudad que todos conocemos por lo que hemos leído de ella, o porque hemos vivido en carne propia esta tragedia: Venecia.

Con apenas 50,000 habitantes, Venecia llega a recibir hasta 3 millones de paseantes en un día de agosto cualquiera.

Este icono cultural, patrimonio histórico de la UNESCO, que no es una playa más, en un día típico de Agosto recibe en promedio 465 mil paseantes, a lo cual hay que agregar 2.2 millones de turistas hospedados y 32 mil cruceristas. Al final es un gran problema para una muy pequeña ciudad. El número de pobladores de Venecia se ha reducido de 130 mil en 1930, a unos 50 mil en 2019, y la edad promedio ha subido sustancialmente, con la consecuente pérdida de personalidad del puerto.

Evidentemente, la experiencia del visitante en un entorno de selfie-multitudes de diferentes nacionalidades (excepto Venecianos), en donde es difícil “contemplar” las bellezas que crearon ese destino y en donde el servicio y la actitud de los prestadores ha dejado de ser lo que conquistó al Grand Tour y a sus primeros visitantes y pobladores; se convierte en una experiencia de Instagram para poder decir en las redes sociales “Been there done that” (Yo ya estuve ahí) o como dicen por ahí “Le ponemos Palomita”.

No cabe duda de que un lugar de turismo masivo no es un lugar para turismo de alto gasto y larga estadía. Nuestro amor por Venecia, la está matando.

Venecia está tomando algunas medidas para resolver sus problemas, sin que se sepa aún si funcionarán. Se habla de un cobro “De entrada”, sí, así como de parque temático a 10 euros por persona; también de prohibir o limitar la entrada de cruceros a la bahía, así como de un código de conducta para los turistas.

Pero Venecia no está solo; el sobreturismo ha hecho de las suyas en Machu Pichu; en donde se están tomando fuertes medidas para controlar la cantidad de turistas y su comportamiento en las zonas arqueológicas. Para visitar la zona arqueológica, es necesario tener cita e ir acompañado siempre por un guía local.

En Mayo de 2019, el museo Louvre de París, sí, aquel de la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, en virtud de una manifestación de los empleados del museo, obligó a los administradores a cerrar las puertas ya que no podían manejar a las multitudes.

Otro caso increíble es el de los escaladores del Everest, La montaña más alta del mundo. En donde había “cola” para llegar y regresar, lo cual causó accidentes y desafortunadamente pérdida de vidas. En este caso se habla de realizar una rifa para un número limitado de excursionistas.

La buena noticia es que el turismo está creciendo a nivel global, y este crecimiento a su vez está generando empleos y derrama económica importante. Según datos de la WTTC (World Travel and Tourism Council), la industria de viajes y entretenimiento aportó directamente el 3% del PIB global en 2018 y se estima que llegue al 5% para 2028. A esta cuenta tendríamos que agregar el efecto inducido por el gasto indirecto, como el que realizan los hoteles para adquirir alimentos y bebidas. Adicionalmente, también tenemos que sumarle a la cuenta una aportación el gasto inducido, que se refiere a los gastos realizados por aquellos que trabajan en el sector. La suma de todo esto representa 10.2% del PIB Mundial.

Parafraseando a la WTTC: “Los destinos turísticos necesitan cambiar su enfoque hacia retos gerenciales y amplia planeación, quitando un poco el énfasis a la promoción . Aquellos destinos que cuenten con una estrategia de largo plazo, basada en hechos, tendrán un crecimiento sustentable y podrán mitigar e incluso prevenir el sobreturismo”.

srgs