Inspirados en la vida e historia de Frida, la perrita de la Marina adiestrada para buscar personas entre los escombros que deja un sismo; dos maestros y una estudiante de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATX) trabajan en el desarrollo de un par de robots que hacen la misma encomienda; buscar y ayudar a rescatar personas en medio de un desastre.
Los han bautizado como p-robots; y tienen la capacidad de ingresar a espacios reducidos, emitir sonidos e imagen en tiempo real. Los operan a través de una aplicación desde un teléfono celular.
Francisco Morales, maestro de tiempo completo de la ingeniería en Sistemas Electrónicos, comentó que, aunque existen proyectos tecnológicos similares en México, en caso de un sismo catastrófico las corporaciones de rescate tienen como recurso más próximo a los perros adiestrados y su respectivo entrenador, pero estos requieren de un largo proceso de entrenamiento.
“Entonces nosotros queremos desarrollar una alternativa a eso, tener otra opción, que es, precisamente, un robot. Un robot que nos ayude a localizar a esta persona o estas personas que están dentro de un desastre sísmico”, indicó.
Con sus propios recursos han invertido cerca de 20 mil pesos para adquirir los motores y las piezas que forman las patas y cuerpo de los dos prototipos de los p-robots; también para el software que los hace funcionar a través de un cable que denominan cordón umbilical.
El control remoto con el que operan a los robots buscadores se conecta a través de la tecnología de bluetooth.
Después del fallecimiento de Frida, Morales López comentó que sustituirla requerirá de tiempo para lograr, a través de entrenamiento, un ejemplar canino con las mismas capacidades que ella, por ello, desde la academia los docentes y alumnos especializados en la innovación tecnológica desarrollan un robot para la búsqueda de personas.
“Esta alternativa es, precisamente, presentar un robot que se puede replicar; una vez que están bien desarrollados podemos replicar y tener decenas o centenas de ellos, que, si por alguna razón se descomponen, no pasa nada, no es un ser vivo, entonces podemos replicarlo y así mantener esta ventaja de la robótica”, señaló.
En el desarrollo y perfeccionamiento de los p-robots, también colabora el maestro, Alejandro Loaiza, autor intelectual del proyecto, y la alumna de noveno semestre, Maribel Muñoz, quien fue seleccionada por ambos catedráticos por las aptitudes que posee para la robótica y automatización, y porque desean involucrar más a la mujer en la creación de nuevas tecnologías.
Maribel es una joven originaria de la ranchería Ojo de Agua, del municipio de Tlaxco, al norte de Tlaxcala, una de las zonas con mayor pobreza y marginación, y pocas oportunidades de superación y desarrollo académico, sobre todo para las mujeres.
Por ello, no imaginó que en el transcurso de su carrera profesional tendría la oportunidad de participar en un proyecto de estas dimensiones por las aptitudes y talento que sus maestros vieron y reconocen en ella.
“Ingresé sin pensar que este proyecto me daría una formación profesional porque la experiencia y lo conocimientos que se adquieren durante la participación hacen formar a un académicamente y, pues, lo realizan a uno como persona también”, expresó la estudiante.
Ella y los dos catedráticos realizan pruebas con los dos prototipos de los p-robots para determinar las características que deben perfeccionar; para ello, con rampas, cajas y piezas de unicel, simularon un edificio en el que cada ejemplar debe escalar o caminar en un piso firme, pero atravesar obstáculos.
“Lo más importantes es que tienen que ser capaces de moverse en cualquier superficie para que puedan entrar por lugares en donde no es fácil el acceso ni para personas ni para otro tipo de ser vivió como puede ser un perro”, explicó el maestro Alejandro Loaiza.
ledz