Google retiró de su tienda de apps en línea un videojuego que permitía encarnar manifestantes en Hong Kong, en un momento en que China aumenta la presión contra compañías extranjeras de las que sospecha que apoyan a los manifestantes prodemocracia.
La aplicación The Revolution Of Our Times (La revolución de nuestro tiempo, uno de los lemas de los manifestantes) no se ajustaba a la política de Google "que prohíbe a los editores sacar provecho de acontecimientos sensibles, intentando ganar dinero con conflictos graves actuales o tragedias", explicó el gigante de internet.
Esa intervención se decidió en la compañía estadunidense y se debió a una petición de la policía hongkonesa, precisó Google, aunque varios medios de comunicación afirman lo contrario.
"Tras un examen minucioso, hemos establecido que esa aplicación infringía nuestro reglamento y la hemos suspendido, como hemos hecho en casos similares que sacaban provecho de otros acontecimientos como seísmos, crisis, suicidios y conflictos", añadió el grupo.
En el videojuego, el jugador se plantea participar en una manifestación a principios de junio, y sus decisiones, como comprar o no equipos de protección, tienen consecuencias para él. Puede ser detenido y ver afectadas sus relaciones sentimentales, según un artículo de Hong Kong Free Press.
Según ese medio, "el 80 por ciento de los ingresos del juego iban a destinarse a Spark Alliance, un fondo legal para los manifestantes detenidos".
Google, al igual que Twitter y Facebook, está bloqueado en China, pero no en Hong Kong.
Las tres grandes redes sociales -YouTube en el caso de Google- tomaron medidas en los últimos meses para bloquear una amplia campaña de propaganda llevada a cabo por las autoridades chinas en sus plataformas para desacreditar la movilización hongkonesa en busca de reformas democráticas.
En las últimas semanas, esas empresas occidentales han cedido sin embargo ante la presión de Pekín. Apple retiró el jueves una aplicación que permitía a los hongkoneses localizar a la policía en una mapa.
Hong Kong, una región semiautónoma del sur de China, vive desde junio su peor crisis política desde su devolución en 1997 por Reino Unido, con manifestaciones casi diarias.
RL