La Unión Europea (UE) estaría evaluando la posibilidad de prohibir la venta de consolas de videojuegos a Rusia, en el marco de un nuevo paquete de sanciones dirigidas a obstaculizar la capacidad bélica del país liderado por Vladímir Putin.
La medida surge tras informes de inteligencia que acusan al ejército ruso de emplear estos dispositivos para el control de drones en el conflicto con Ucrania.

De acuerdo con documentos internos compartidos por Reuters y Financial Times, la Comisión Europea propuso restringir las ventas de consolas como PlayStation de Sony, Xbox de Microsoft y Nintendo Switch, debido a su potencial uso en operaciones militares.
La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, advirtió sobre la creciente creatividad del Kremlin para sortear sanciones previas y obtener equipamiento tecnológico con fines bélicos.
"Incluso elementos como las consolas para los videojuegos, porque al parecer estos son con los que operan los drones", dijo Kallas.
Esta no sería la primera vez que la tecnología de consumo se adapta para fines militares. Ejércitos como el de Estados Unidos han utilizado controladores similares a los de videojuegos para operar sistemas avanzados de misiles, mientras que, en el conflicto actual, las fuerzas ucranianas emplearon dispositivos como la Steam Deck de Valve para el control de torretas.
Un nuevo golpe al acceso de videojuegos en Rusia
De concretarse la prohibición, la industria del videojuego en Rusia recibiría un impacto significativo.
A pesar de que Microsoft, Sony y Nintendo suspendieron la venta de sus consolas en el país en marzo de 2022, los jugadores rusos siguieron accediendo a estos dispositivos mediante importaciones paralelas y ventas de segunda mano.
La nueva sanción buscaría cerrar esas vías y limitar aún más el acceso a hardware de entretenimiento.
El paquete de sanciones de la UE también contempla restricciones a la importación de gas natural licuado y productos químicos utilizados en la industria militar rusa. Sin embargo, las restricciones sobre las consolas de videojuegos causaron debate sobre su efectividad y el impacto real que podrían tener en el desarrollo del conflicto.
Es importante mencionar que, a finales de 2024, se conoció que el gobierno ruso intentó desarrollar su propio ecosistema de videojuegos, con una consola que pretendía competir con las grandes marcas internacionales.
MO