En este año octubre tiene un día muy peculiar, fecha que para muchos es de mala suerte, a los fanáticos del cine de terror les encanta y a otros simplemente pasa desapercibido, hablamos del viernes 13.
Al menos una vez al año, las fechas del calendario se alinean, para darnos un viernes 13, este año hubo dos, el primero cayó en enero y el segundo lo tendremos en octubre.
Muchos creen que cuando esta fecha aparece en el calendario, es mejor evitar algunas actividades; incluso los más supersticiosos prefieren no salir de casa.
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¿De dónde surge la creencia que el 13 es de mala suerte?
Su origen no es muy claro, pero de acuerdo con Abel G.M, periodista especializado en historia y paleontología, de National Geographic España, se encuentra en una serie de referencias que se remontan a la antigüedad, a religiones del judaísmo, cristianismo y algunas coincidencias históricas. El número 13 en la mayoría de estos apuntes, ha tenido una connotación negativa.
Según el especialista en el cristianismo existen tres malos augurios: trece eran los invitados a la última cena; en el libro del Apocalipsis, el anticristo aparece en el capítulo 13. Además, el dato más importante en esta religión es, según la tradición, que Jesús fue crucificado en un viernes 13.
A esto se suma que un viernes 13 de octubre de 1307, dio inicio a la persecución contra los caballeros templarios, quienes se dedicaban a proteger los santuarios sagrados.
En la Cábala judía, son 13 los espíritus malignos, esta cifra también se asocia a Abraham, ya que él debía sacrificar al carnero número 13 de su ganado, en ofrenda a Dios, por eso los judíos le llaman el número de la muerte.
Además, el especialista agrega que en la mitología Vikinga este número se relaciona con Loki, el dios de la traición, pues cuenta la leyenda que el dios embauco a Hoor para matar involuntariamente a su hermano Balder, dios de la luz y la bondad, por lo que para ellos era una cifra poco confiable.
¿Cómo se popularizó esta creencia?
El miedo a este número es más popular en los países europeos y de norteamérica, pero a lo largo de los años se ha ido popularizando por el resto del mundo.
En otro artículo de National Geographic, la historiadora Christine Dell’amore, apunta que en los siglos XIV Y XV, algunos escritores comenzaron a elegir el viernes, sin mucho contexto, para definirlo como un mal día.
‘Los Cuentos de Canterbury’ de George Chaucer, que lo describe como: “un día de desgracia” y el dramaturgo Robert Greene definió la 'friday-face' o 'rostro de viernes' como: “una mirada triste de consternación o angustia”.
Así mismo menciona, que uno de los primeros en popularizar este día en el siglo XX, fue el escritor Thomas Lawson, que escribió una novela titulada ‘Friday, the Thirteenth’ (Viernes Trece), donde su protagonista elige este día para colapsar el mercado de valores.
Y finalmente quien terminó de catapultar al 13 y el viernes como un conjunto nada agradable, fue la popular franquicia de terror cinematográfica ‘Viernes 13’ estrenada en 1980, cuenta con 12 cintas que nos narra la historia de un hombre que utiliza una máscara de hockey para realizar asesinatos.
¿Existe una explicación científica?
Algunos psicólogos y científicos le han querido dar una explicación a este miedo, por ejemplo, la científica conductual Jane Risen de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, Estados Unidos, descubrió que todos creen en las supersticiones hasta cierto grado.
En un estudio publicado en el 2016 para la revista ‘Psychological Review’, explicó que, si decimos en voz alta que algo malo va a suceder, las personas creen que es más probable que el suceso pase.
“En general, creo que esto ocurre porque somos más conscientes del resultado negativo y lo imaginamos más claramente tras decirlo”, explica. “La gente ve la facilidad para imaginar algo como un indicio de probabilidad”, agrega.
Risen, menciona que acepta que el viernes 13 podría ocurrir algo relacionado a la mala suerte, por el simple hecho de ser algo cultural, considera que es posible que algo ocurra.
“Aunque yo no creo activamente, el simple hecho de que exista el viernes 13 como un elemento cultural conocido significa que lo considero una posibilidad”, afirma. Y que el hecho de saber que existen coincidencias de catástrofes con esta fecha, se le pueda relacionar mentalmente al número: “Eso añade más leña a esta intuición, me hace sentir más certeza, aunque reconozca que no es verdad”.
Por otro lado, la profesora de psicología, Stuart Vyse, en el Connecticut College de New London, afirma que nuestro miedo al viernes 13 podría tener orígenes religiosos, relacionado al invitado número 13 de la Última Cena, el cual es Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, a esto se le suma la crucifixión de Jesús un viernes.
La combinación de dichos factores produjo “una especie de maleficio doble sobre el 13, que cae en un día que ya de por sí nos pone nerviosos”, explicó Vyse en un artículo publicado para su página de internet ‘The Science Behind Superstition’.