Donald Trump Jr. es un ávido cazador; fotografías de él posando con un elefante, un búfalo y un leopardo que él su hermano capturaron fueron expuestas durante la campaña presidencial de su padre en 2016.

La Secretaría del Medio Ambiente informó que cazadores estadounidenses que contaban con sus permisos, se retiraron en plena temporada.

En el Parque Nacional de Mana Pools, Zimbabwe, un grupo de cazadores dispararon a un elefante para obtener sus colmillos.

Al haber intervenido la fiscalía brasileña sus comunicaciones en tres meses, su grupo de caza mató a jaguares, carpinchos, pecaríes de collar y ciervos.

Organizaciones proambientalistas consideran esta tradición contraria a la defensa de las especies marinas, de los océanos y el planeta en general.

El país asiático lleva a cabo desde el 2017 la caza de cetáceos con fines supuestamente científicos; estas operaciones terminan a finales de junio, ya que el 1 de julio comenzará la caza comercial.

La crueldad del acto, a pesar de ser legal, causó indignación en redes sociales donde surgió una petición para terminar con la caza de ballenas y delfines.

El gobierno afirmó que los elefantes han afectado los cultivos de los habitantes rurales, en que ha crecido su población en el país durante los últimos años.

La ballena, que portaba una montura para cámara, presuntamente fue capturada por la marina rusa en Múrmansk, informaron especialistas noruegos.

El hijo mayor del presidente estadunidense eligió la localidad de Soria para disfrutar de dos días de una de sus actividades favoritas.