En el sondeo de Datafloha, el mayor hecho hasta ahora por la principal firma demoscópica del país, Lula tiene el 47 por ciento del favoritismo, frente al 33 por ciento del presidente ultraderechista.

El ex líder sindical lidera todas las encuestas de intención de voto con cerca del 44 por ciento del favoritismo y una ventaja de 12 puntos sobre su principal rival, el actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro.

El presidente y candidato a la reelección reiteró que defenderá su ideología conservadora, reiterando que no aprobará el aborto, la ideología de género ni la legalización de las drogas.

El primer debate presidencial se focalizó entre ambos candidatos, pero que dejó tensiones dentro y fuera del foro con Bolsonaro insultando a una periodista y personal de ambos candidatos peleándose en bastidores.

López Obrador insistió en la necesidad de integrar económicamente a todo el continente americano, tal como ocurrió con la Unión Europea.

El mandatario aún se encuentra debajo en las encuestas a la presidencia de Brasil; lamentó que la izquierda esté aumentando en todo el mundo.

El ex mandatario regresando a sus orígenes sindicales y el actual presidente evocando a "Dios, Patria y Familia", ambos iniciaron sus campañas para la presidencia, cuya primera vuelta será el 2 de octubre.

A diferencia de otros países de la región, los comicios generales en Brasil suelen aglutinar casi todos los puestos a elección popular, esto ya con la facilidad del voto electrónico, único en su tipo en América Latina.

Según la consultora Datafolha, mantiene una amplia ventaja de 18 puntos frente al actual mandatario Jair Bolsonaro, de 47 para el ex mandatario y 28 para el actual presidente.

En el multitudinario evento realizado en Río de Janeiro, el mandatario trata de atraer al voto joven reiterando que los gobiernos de izquierda han destruido económicamente a Venezuela y Argentina.