Las hostilidades han auentado desde que Rusia salió de un acuerdo propuesto por la ONU y Turquía para facilitar la exportación de cereales ucranianos a través de sus aguas.

El ministerio ruso de Defensa informó que abatió drones ucranianos en la región de Moscú, también blanco habitual de las acciones de Kiev en las últimas semanas.

Rusia considera como objetivo militar a cualquier embarcación que llegue al Mar Negro.

Un ataque al puerto de Danubio provocó daños en al menos 40 mil toneladas de granos ucranianos, de acuerdo con el ministro Oleksandr Kubrakov.

Moscú tomó la iniciativa de amenazar a los barcos civiles que llegaran a los puertos ucranianos, y Kiev replicó la medida.

Rusia dejó de participar en el acuerdo de exportaciones con el argumento de que no hay igualdad en la competencia.

La destitución del anterior comandante, Igor Osipov, marcaría el despido más destacado de un oficial militar en los casi seis meses desde que Rusia inició su guerra contra Ucrania.

El asesor de la Presidencia ucraniana resaltó la importancia de desbloquear los puertos en el Mar Negro para evitar una crisis alimentaria en el mundo.

Sin salida al mar, las importaciones y exportaciones se reducen sustancialmente, al tener como única opción la vía terrestre, que incluye su frontera con la propia Rusia.

La llamada "perla del Mar Negro" vive escenas de extraña cotidianidad, entre la dulzura de la llegada de la primavera y la espera de un ataque ruso varias veces anunciado.