El cantautor regiomontano afirma que la trova tiende a desaparecer mientras la música vive, es para compartir.

Franco Escamilla contó que en el pasado tuvo envidia del cantante, pero que tuvo la oportunidad de conocerlo y ahora salen a cenar cuando llegan a verse.

La amistad de los intérpretes fue esencial para reunirlos en el concierto donde Gustavo Lara destacó su agradecimiento por la aceptación del público a su regreso.