El Tribunal Constitucional delibera si lo destituye formalmente o lo reinstaura en el cargo.

El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, lamentó su destitución temporal por el Parlamento debido a su declaración de la ley marcial y expresó su deseo de completar su mandato.

La Policía lleva investigando a Yoon como sospechoso de obstrucción especial al deber público desde el 3 de enero aproximadamente.

La seguridad se intensificó en la Corte del Distrito Central de Seúl, y se espera que la corte tome una decisión sobre su arresto en algún momento.

La justicia surcoreana juzga al titular del Ejecutivo por presunta rebeldía, pues éste desplegó al Ejército en la sede del Legislativo.

Los abogados de Yoon también podrían presentar una petición para impugnar la orden de arresto del tribunal.

Los abogados del presidente de Corea del Sur destituido alegan que la investigación es ilegal.

La medida generó protestas masivas y su destitución por el Parlamento, dejando a la nación en una crisis institucional sin precedentes.

Investigadores de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) llegaron a la residencia presidencial para ejecutar la nueva orden de detención.

Park Jong-joon enfrentó un interrogatorio acerca de su trabajo para impedir la detención del presidente destituido Yoon Suk Yeol.