Michelle Fridman Hirsch
secretaria de Turismo de Yucatán
Mérida es la tercer ciudad del país que recibe mayor número de visitantes extranjeros, además, recientemente fue elegida como la sede del Tianguis Turístico 2020, lo que pondrá al estado bajo la lupa. La secretaria de Turismo de la entidad habla del reto para 2020 y las oportunidades que tienen para hacer más sólida la oferta para todos los viajeros.
El Tianguis Turístico en Mérida será:
Es la vitrina turística más importante de México. Nos tocará hacer un Tianguis en 2020 de muchas alianzas, creativo y moderno, a la altura de las nuevas ferias en el mundo. Deberá ser preciso y efectivo.
¿Cómo impulsar a Yucatán?
El reto es dejar de ver a Quintana Roo como nuestra competencia y empezar a verlo como un aliado. Cancún tiene el aeropuerto mejor conectado internacionalmente en nuestro país. Además, somos una oferta complementaria. Los viajeros que llegan a Quintana Roo están buscando las experiencias que tiene Yucatán. Por cierto, Campeche también aporta a esta diversidad turística, por eso lanzamos la Alianza Yucatán Península.
En el plano regional, ¿qué aporta el estado?
Quisiéramos hacer de Yucatán un referente en desarrollo sostenible, con una estrategia que abarca temas como la inclusión, la durabilidad, la sustentabilidad ambiental y la preservación.
¿Cómo desarrollar turismo a largo plazo?
Trabajamos de la mano con la iniciativa privada, las Cámaras y la academia, además de trabajar transversalmente con el gabinete para poder generar políticas de turismo integrales.
De igual forma, colaboramos verticalmente con los municipios, la Federación y con instituciones internacionales como la Organización Mundial de Turismo (OMT) para tener buenas prácticas. Yucatán es posiblemente el destino más completo de México, de los más variados, más integrales y más ricos. Sin embargo, en indicadores no estamos en los primeros lugares.
¿El turismo gastronómico es una estrategia?
Estamos formando un colectivo de chefs y cocineros, porque la gastronomía yucateca es una forma de narrar la historia, desde los ingredientes mayas, pasando por la cocina colonial, hasta la cocina contemporánea internacional. Además, el turismo gastronómico tiene la ventaja de que atrae a los sibaritas y genera turismo rural y social.
¿Qué otros retos enfrenta el estado?
Yucatán tiene una infraestructura de primer mundo, pero no es turística. Es decir, hay carreteras de maravilla, servicios de primer nivel, cada vez llegan más eventos, hay centros de convenciones, estamos conectados y hay hoteles de gran nivel, pero tenemos pendientes en materia de movilidad.
El reto es el engranaje entre las piezas: tenemos producto e infraestructura, nos falta movilidad y coordinación. Por ello, lanzaremos el distrito de convenciones, para que cualquier congreso que llegue tenga a la redonda facilidades turísticas, como descuentos en restaurantes.
Mi meta es dejar un destino turístico sano y sostenible, porque el turismo no debe ser político. Queremos plantear una política turística de destino, una estrategia que titulamos Yucatán Turístico 2040, en donde hagamos un diagnóstico para entender dónde estamos, foros de consulta con la industria turística y actores internacionales para dialogar sobre el desarrollo de destinos inteligentes, tecnología, sustentabilidad o sostenibilidad. La intención es dejar un manual que sea de la industria.
¿Qué implica ser la secretaria de Turismo de Yucatán y no ser yucateca?
Implica cosas muy buenas, retos y oportunidades. Entre los retos está un arraigo muy fuerte de lo yucateco por lo yucateco, lo cual es admirable. Entre las oportunidades está justo que los yucatecos, que tanto aman y conocen su tierra, puedan mezclar ideas con quienes venimos de fuera para tener más oferta turística.
¿Qué admira de Yucatán?
El estado está en un momento inmejorable, porque se han hecho muy bien las cosas en el pasado. Estamos en un muy buen punto para que se logren y se materialicen cosas interesantes.