En todo el mundo, miles de personas están llevando a cabo acciones para frenar el cambio climático o simplemente para generar grandes cambios en su entorno. Entre ese gran número de sujetos se encuentra Evan Caynor, un niño de seis años, que vende dibujos con el fin de salvar a los animales marinos de Alaska.
El pequeño oriundo de Anchorage, Alaska, tiene el objetivo de recaudar fondos para ayudar uno de sus lugares favoritos: el Alaska SeaLife Center, un centro de vida marina que se localiza a las orillas de la Bahía Resurrección del estado estadunidense y que se dedica a estudiar el medio ambiente marino del norte.
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Al enterarse que el centro de vida marina podría cerrar definitivamente debido al impacto en los ingresos durante la crisis sanitaria de la enfermedad covid-19, Evan Caynor se sintió abrumado, por lo que su madre Jennifer trató de tranquilizarlo diciéndole que todavía vería a los animales nativos en otros lugares.
Preocupado porque ya no habría un lugar para aprender sobre los animales marinos en Alaska, Evan Caynor tuvo la idea de utilizar su arte para recaudar fondos. "Los animales no tienen suficiente dinero, así que decidí empezar a hacer dibujos desde que mi mamá me dio la idea", dijo el niño a WTHR, cadena de televisión afiliada a NBC.
Así fue como Evan Caynor sacó sus lápices de colores y dibujó diferentes animales marinos. Posteriormente los publicó en sus redes sociales para difundirlos y para intercambiar obras de arte personalizadas por donaciones para el Alaska SeaLife Center.
Gracias a su popularidad en redes sociales, ya que es conocido por los internautas como el “readerosaurus” porque en su canal de YouTube hace reseñas de algunos de sus libros infantiles favoritos.
De hecho, su madre señaló que su gusto por la lectura y por aprender sobre los animales provenía de sus visitas al Alaska SeaLife Center. “Él puede contarnos datos sobre ellos, por lo que el zoológico y el centro de vida marina son bastante importantes para nosotros”, comentó Jennifer, quien ha estado apoyando a su hijo en este proyecto solidario.
El pequeño no pudo dejar de expresar su amor por el centro de vida marina y apuntó que todos los veranos asiste para ver a su animal favorito que es el pulpo. “Siempre está nadando o cambiando de color ¡con esas ocho patas!”, comentó.
La madre del pequeño lamentó lo que está viviendo el recinto de investigación. “Si cierran, entonces no aprenderemos sobre ellos”, dijo Evan Caynor. “Él tomará cualquier oportunidad para salvar el lugar que lo hace feliz”, añadió la mamá del niño.
Para obtener uno de los dibujos de Evan Caynor, sus seguidores deben de hacer una donación directa al Alaska Sealife Center y luego enviar una captura de pantalla del recibo a la página de Facebook del pequeño.
En las últimas semanas, el Alaska SeaLife Center dio a conocer su situación e informó que habían recaudado suficiente dinero para seguir operando durante el invierno. Sin embargo, los fondos no alcanzan para cubrir la temporada de verano, donde se tienen contemplados programas educativos y de investigación.
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