Durante la pandemia por coronavirus, es común que varias personas se hayan alejado de sus seres queridos para así evitar contagios. Tal es el caso de una perrita de nombre Estelle que después de ser rescatada por Sam, una joven de Estados Unidos, tuvo que recorrer varios kilómetros para reunirse una vez más con ella.
Todo comenzó cuando Sam se encontraba en Córdoba, Argentina. Colaboraba con una veterinaria y un refugio de animales de la organización Proyect Abroad. Fue en ese lugar, en donde conoció a Estelle, una perrita rescatada con la que forjó un lazo fuerte.
En entrevista con Clarín, la joven explicó que las condiciones en las que se encontraron a la perrita fueron muy malas; sin embargo, trabajó mucho para que la perrita recuperara su peso y pudiera quedársela.
“Ella estaba muy flaca, frágil y no podía responder a las mordeduras. De inmediato la moví a otra perrera para que pudiera descansar tranquila”, comentó Sam.
La joven tenía como objetivo llevársela a casa y así fue, una vez que recuperó un poco su peso se la llevó a la casa en la que se hospedaba; sin embargo, la pandemia por coronavirus hizo que sus planes se frustraran. Sam tuvo que volver a su casa de Estados Unidos.
“No me dieron opción, tenía que volver a casa en los siguientes días. Me decían ‘esta perra así no puede viajar, no te la autoriza ni Dios. No va a resistir el viaje'”, contó la joven.
Estelle tuvo que quedarse con Hugo y Ale -personas que hospedaban a Sam en Argentina- en lo que se resolvía el cómo lograrían verse de nuevo. La situación era complicada porque la perrita aún no tenía el peso ideal para viajar.
"Yo sabía que de una u otra manera ella se iba a venir conmigo, pero en ese momento parecía imposible. Yo estaba destruida"
- Te recomendamos Perrita con ansiedad abraza la ropa de su humana para calmarse si no está con ella Fauna
Tras varios intentos, Sam contrató a Animal Cargo,empresa especializada en traslado de animales de un país a otro. Para ello tuvo que invertir dinero que tenía ahorrado para sus estudios. Además abrió un financiamiento colectivo Go fun.
Finalmente, Estelle llegó a Estados Unidos. Antes hicieron escala en Colombia para que la perrita tuviera un poco de esparcimiento. En los Estados Unidos, un auto la llevó hasta la puerta de su casa. Es decir, viajó aproximadamente 10 mil kilómetros en 20 días de travesía para estar con su dueña.
“Yo estaba feliz. Cuando supe que estaban a una cuadra de casa me puse a llorar. Tardé un rato en poder asimilar que todo había terminado, que el sueño se había hecho realidad y que ella por fin había llegado a casa contó la joven.
grb