En la década de los ochenta y hasta mediados de los noventa, en México existió una cadena de restaurantes de comida rápida que era la sensación de chicos y grandes: Burger Boy.
Antes de la llegada de McDonald's, Burger Boy era la reina de las hamburguesas y los niños de la época eran los más felices cuando sus padres los llevaban a comer a alguna de las sucursales.
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Cuando desapareció, dejó un hueco que sólo fue perceptible con la nostalgia del nuevo milenio, por lo que la empresa decidió aprovechar el momento para planear una forma de regresar al mercado mexicano y esta vez lo haría más fuerte que nunca.
En el 2015, Burger Boy hizo el anuncio oficial y abrió redes sociales para comenzar a despertar expectativa sobre su regreso. Incluso hicieron promociones para premiar a las personas que mandaran la receta de hamburguesa más rica.
Sin embargo, una mala planeación provocó que el regreso de Burger Boy no se concretara y se acabara de tajo con las ilusiones de los que la esperaban con ansias.
Parecía que todo estaba listo; incluso ya se tenía el terreno para abrir la primera sucursal, la cual estaría ubicada en Interlomas. También se había anunciado que, para hacer sostenible a la marca, lanzarían productos como pan para hamburguesas, pan para hot dogs, mayoneza, mostaza y salsa catsup.
De acuerdo con Zuhaila Caram, vicepresidenta de la empresa que ofreció diversas entrevistas para promocionar la marca, serían dos años de posicionamiento de marca y después, en el 2017, lanzarían la línea de productos y se abriría el primer restaurante.
La idea era vender franquicias para que la expansión en todo el país fuera más rápida.
Antes de la fecha anunciada, Caram anunció que se habían precipitado en dar el anuncio de su relanzamiento, ya que aún no tenían todos los acuerdos comerciales con sus socios.
El plan fracasó y aunque existía la esperanza de que Burger Boy regresara aunque fuera con retrasos y planes menos ambiciosos, las redes sociales quedaron inactivas y la marca se hundió en el silencio.
Así fue como un precipitado anuncio y las falta de acuerdos sepultaron la esperanza y condenaron a Burger Boy a vivir en la nostalgia.
odt