Con aullidos, tres "lomitos" piden que su dueño fallecido les abra la puerta en Coahuila

Los vecinos se solidarizaron ante su tristeza y los alimentan, pero no pueden hacer que se despeguen de la vivienda que compartían con el difunto.

Su dueño fue encontrado sin vida al interior de la vivienda el pasado 23 de julio. (Daniel Santiago)
Daniel Santiago
Saltillo, Coahuila /

El pasado 23 de julio fue encontrada una persona sin vida al interior de un domicilio en la calle Maclovio Herrera, en la zona centro de Saltillo, día desde el cual tres perros permanecen al exterior de la casa, en espera del regreso de un inquilino que ya no volverá.

Aunque los vecinos se han acercado para darles agua y alimento, ellos permanecen al exterior de la casa y en estos últimos días, los han escuchado aullar junto al portón negro.

El dueño de los perros falleció en días pasados y aunque tenía familiares, estos no se han acercado para llevarse a los animales, de los cuales, uno se encuentra al interior de la vivienda, por lo que los vecinos solicitaron a través de redes sociales que algún interesado pueda dar asilo a los canes.


Una de las vecinas, identificada como Mercedes González, afirmó que al momento del deceso pudo observar a los familiares, sin embargo, estos no se presentaron nuevamente al domicilio.

“Estaban unos familiares y yo les dije que si se los iban a llevar, me dijeron al rato regresamos, pero es hora que todavía no regresan”, agregó.

Recordó que aunque los perros reciben atención por parte de los vecinos, no quieren alejarse de la vivienda de su dueño y todavía ladran esperando que les abran la puerta.

“Ahí están siempre afuera, de hecho el negro se la vive ahí en el portón esperando que le abran, de hecho en la mañana estaba ladre y ladre, esperando que le abrieran todavía”, recalcó.

Mercedes González afirmó que los vecinos se encuentran preocupados debido a que los perros están tristes, todavía esperando a que en cualquier momento se presente su dueño y les abra la puerta.

Indicó que los perritos despertaron la solidaridad de los vecinos, que se unieron para comprarles alimento y dejarles agua, aunque acepta que con esto solamente logran calmarles el hambre, pero no alivian su tristeza por la pérdida de su dueño.

GERR

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