El mundo no será igual tras la pandemia de coronavirus. Aunque en algunos países los contagios han disminuido, mientras no haya una cura efectiva no se puede cantar victoria, por eso el levantamiento de medidas sanitarias es relativo; algunas actividades deberán seguir con el distanciamiento social, además de obligar a sus usuarios o trabajadores a usar aditamentos sanitarios (cubrebocas, mascarillas y gel, entre otros).
Tal es el caso de la industria del entretenimiento; los espectáculos en vivo tendrán que cambiar sus formatos para seguir ofreciendo diversión a la gente pero sin aglomeraciones. Este efecto, que en algunos países ha tomado el nombre de 'nueva normalidad', ya se comprobó en un concierto en Estados Unidos que tuvo un aforo restringido, entre otras medidas sanitarias. Y ahora, en Alemania, hicieron la prueba pero con una fiesta.
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El colectivo TakaTuka organizó la primera celebración post-cuarentena en el país europeo usando como sede el club Coconut Beach, ubicado en la ciudad de Münster. Aunque para desarrollar la fiesta los organizadores tuvieron que reducir el aforo del lugar: de 2 mil personas (el cupo del sitio), solo pudieron ingresar 100.
Esto provocó que el costo del acceso se disparara a 70 euros (mil 719 pesos), por lo que los organizadores implementaron una garantía de 21 euros (ya incluida en el boleto) para que los asistentes obtuvieran comida y bebida.
"Como saben, ninguna rama se ve más afectada que la nuestra y, como pueden imaginar, una fiesta TakaTuka con los mejores actos sostenida por 100 asistentes en realidad no es factible (...) Es por eso que decidimos ofrecer un paquete que nos garantiza una pequeña victoria y gran diversión", señalaron los gestores del evento en su perfil de Instagram.
El día del evento, los organizadores pintaron círculos en el suelo del recinto para marcar el espacio destinado a cada asistente. Además, a los 'fiesteros' se les tomó la temperatura antes de ingresar al club y se les obligó a usar cubrebocas durante toda la jornada musical. También las áreas de barra y del deejay tuvieron medidas restrictivas para mantener distancia del público.
yhc