Cada 4 años, nuestros calendarios se ven alterados por la entrada de un día extra: el 29 de febrero. Este día ha evitado que a lo largo de la historia de la humanidad se le agreguen más días al año o que los eventos astronómicos se alineen de forma correcta con el calendario.
Aunque es algo difícil de creer, han existido grandes anécdotas a lo largo del tiempo donde la eliminación del 29 de febrero alteró los calendarios ocasionando que la gente se fuera a dormir un día y despertar con la noticia de que les “habían robado” 10 noches enteras o una donde en la Antigua Roma se le pusieron 90 días a un calendario que corría de manera desfasada.
Si te resulta complejo de entender, aquí en MILENIO te decimos desde cuándo hay años bisiestos y su razón de ser.
¿Qué es un año bisiesto?
Se denomina año bisiesto a aquel periodo anual que contiene un día adicional en el mes de febrero con el objetivo de ajustar y equilibrar el año cronológico con el solar.
Fuera de lo coloquialmente sabido, el tiempo que tarda el planeta Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol es algo más de lo que se piensa: según National Geographic, el planeta da su vuelta completa en 365 días con 5 horas, 48 minutos y 45.10 segundos.
Como el calendario usado en occidente desde el año 1582, es el gregoriano, este dispone únicamente de 365 días exactos y requiere que cada cuatro años haya que corregir esa acumulación no cuantificada de tiempo
Daniel Flores, del Instituto de Astronomía de la UNAM, explica que esta es una pregunta que ha invadido a la humanidad desde hace mucho tiempo, pues "desde tiempos inmemoriales, se ha enseñado que un año tiene 365 días".
Errores donde el "29 de febrero" nos falló
Aunque este día nos ayuda a que los eventos astronómicos sean calculados de una manera más realista, han pasado ciertos momentos donde el 29 de febrero no se marcó en el calendario.
National Geographic señala dos casos que causaron confusiones épicas con la medición del tiempo.
En el año 46 A.C, el emperador romano Julio César se vio en la obligación de agregar 90 días al calendario, ya que los calendarios julianos eran imprecisos, desorganizados y poco confiables. Así que, pasamos de tener 365 días a vivir un año de 445 días.
Pasado el tiempo, el pontífice Gregorio XIII promulgó una ley de reforma conocida como Inter Gravissimas, en la cual establecía que después del jueves 04 de octubre de 1582 se pasaría al viernes 15 de octubre de 1582.
Este desfase provocó que la gente se fuera a dormir el 04 de octubre y despertara con la sorpresa de que "les robaron" un total de 10 noches.