“La información de que los murciélagos son los dispersores de esta enfermedad es mentira, porque hasta la fecha no se ha podido comprobar”, declaró Alberto Enrique Rojas Martínez, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) acerca de la desinformación que versa sobre los mamíferos alados del planeta ante la crisis global por el covid-19.
El docente y especialista en murciélagos (especie del orden Chiroptera) enfatizó que las investigaciones referentes al virus arrojaron que estos mamíferos son portadores de un tipo de coronavirus que se asemeja al que actualmente afecta en los humanos, sin embargo, no es el vector transmisor del virus SARS-CoV2 (covid-19).
- Te recomendamos UAEH continúa atención psicológica gratuita por contingencia Ciencia y Salud
Ha sido la invasión de su hábitat y el contacto constante entre los humanos, la fauna salvaje y la doméstica, el principal factor que ha provocado el puente para que enfermedades que eran exclusivas de una sola especie, la cual está adaptada a ella, a uno nuevo huésped que no cuenta con los mecanismos para enfrentarla.
Rojas sostiene que se ha querido vincular a estos animales con la actual pandemia, sobre todo al murciélago grande de herradura chino (Rhinolophus ferrumequinum) por su papel en la cadena de transmisión del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio del medio oriente (MERS) en los años 2002 y 2013 respectivamente, lo que provocó que las más de mil 116 especies de quirópteros que habitan el mundo se vean amenazadas por la desinformación y los estigmas.
A raíz de publicaciones sensacionalistas sobre el origen del nuevo virus y la llegada de este a Latinoamérica, la población de una comunidad de la provincia de Cajamarca en Perú, atacó una cueva donde vivían 500 murciélagos. Los pobladores motivados por el miedo de que fueran contagiados por los animales, les prendieron fuego provocando que 300 de ellos murieran calcinados.
“Todos los murciélagos que se han mencionado y que han transmitido enfermedades a los humanos son del suborden megachiroptera, no viven en América, son de Asia, partes de Australia y el viejo mundo”, puntualizó el biólogo de la Autónoma de Hidalgo.
De acuerdo con Alberto Enrique Rojas Martínez, la población no debe temer a los murciélagos, sino respetarlos y cuidarlos debido a su papel como polinizadores y controladores tanto de plagas como de enfermedades. Los murciélagos se alimentan de frutas (frugívoros), néctar de flores (nectarívoros), insectos (insectívoros) y un grupo reducido de tres especies beben sangre (hematófagos).
En México viven aproximadamente 138 especies de murciélagos y 58 habitan en el estado de Hidalgo, entre las que destacan el murciélago magueyero menor, especie nectarívora que permite la polinización de los agaves tequilero, pulquero y mezcalero en el país; o el murciélago mexicano de cola libre (Tadarida brasiliensis) que ayuda al control de las plagas en la agricultura evitando el uso de insecticidas.
“Al ser altamente activos, pequeños, abundantes y viajar grandes distancias pueden afectar a la naturaleza favorablemente, yo creo que en la actualidad los vertebrados más importantes para mantener el equilibrio de la naturaleza son los murciélagos” puntualizó Rojas Martínez.
De acuerdo con el especialista en conservación, un murciélago que se alimenta de néctar necesita visitar al menos 400 flores por noche para mantenerse sano y viajar grandes distancias para permitir que toda la colonia obtenga alimento, lo cual deriva en una polinización a gran escala de la flora del país; mientras que los insectívoros pueden consumir hasta 10 toneladas de insectos por noche, lo cual permiten el control de las plagas de cultivos de café, té y algodón, así como la población de vectores que transmiten enfermedades como los mosquitos del dengue.
Para el doctor en ciencias la falta de información seria es la que ha derivado en esta serie de prejuicios sobre los murciélagos, en ataques a colonias o políticas públicas que merman descontroladamente las poblaciones de todas las especies en lugar de controlar aquellas que perjudican económicamente a las comunidades.
En Hidalgo habitan dos especies de murciélagos vampiros que se alimentan del ganado, sin embargo, el biólogo destaca que no deben atacarse sin antes acudir a los especialistas, ya que se corre el peligro de afectar a las poblaciones de quirópteros frugívoros, insectívoros y nectarívoros, creando un desequilibrio ecológico y económico a la población agrícola.
Por ello, Alberto Enrique Rojas Martínez hace el llamado a que en el momento de encontrar un murciélago en casas, áticos o cuevas cercanas a sus hogares acudan al Centro de Investigaciones Biológicas de la UAEH o llamen al teléfono: 71 72000 ext. 6678, para recibir ayuda especializada sobre el manejo y control de las especies.