Autoridades sanitarias y de medio ambiente de México y Estados Unidos se encuentran en alerta tras el brote de la enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos del tipo-2 (EHVC-2), la cual se ha detectado inicialmente en Canadá convirtiéndose en una pandemia que está matando no solo a ejemplares domésticos, sino también a quienes viven de forma silvestre en el sur de la vecina nación y en seis entidades del norte de nuestro país.
En entrevista con MILENIO, Roberto Navarro, director de la Comisión México- Estados Unidos para la prevención de la fiebre aftosa y otras enfermedades exóticas de los animales (CPA), sostuvo que este virus
podría provocar una baja dramática en las poblaciones en peligro de extinción de esos pequeños mamíferos, junto con la alteración de la cadena alimenticia como el águila real.
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“Estamos por activar el Dispositivo Nacional de Emergencia de Salud Animal, de momento se están haciendo todas las colaboraciones con nuestros agentes auxiliares de salud animal y también con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas porque muchas de esas especies están en peligro de extinción, tanto liebres como conejos y sabemos que estos animales son la base de la cadena trófica de otros animales como puede ser inclusive las águilas y algunos pequeños mamíferos”.
El funcionario del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) detalló que esta enfermedad en el país empezó en Chihuahua, luego en Sonora, Coahuila, Baja California, Baja California Sur y también en Durango, lo cual afecta principalmente al conejo cola de algodón, liebre cola negra (lepus californicus), y el conejo matorralero (sylvilagus audubonii).
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) trabajan de manera coordinada para contener el brote, ya que se trata de una enfermedad viral exótica para México, altamente contagiosa y mortífera para liebres y conejos domésticos y silvestres, pero que no implica riesgo de transmisión a humanos ni otras mascotas.
“Hasta ahorita tenemos 55 confirmaciones, tanto de domésticos y silvestres, pero esto se está incrementando. No hemos podido tomar las muestras porque se encontraban en zonas aisladas a las que no podemos llegar, pero los estamos registrando. Apenas está en evolución, todo se está reportando a la Organización Mundial de la Salud Animal y en el mundo está reconocido que tenemos un problema en este sentido”.
Roberto Navarro explicó que en el medio silvestre, la enfermedad se está propagando rápidamente debido a factores ecológicos, ya que el virus es capaz de pasar por el sistema digestivo de sus depredadores y dispersarlo a través de las heces.
“El águila lo va diseminando a otros lugares, parece que es lo que está sucediendo porque la enfermedad se está moviendo de manera muy rápida”. Pero además, si el conejo no fue depredado, el virus sobrevive en el cadáver hasta tres días, por lo que "los zopilotes también pueden diseminarlos”.
El origen de la enfermedad
Roberto Navarro López detalló que la Enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos apareció por primera vez en la década de los 80, cuando se transmitió de Alemania a China, donde murieron millones de conejos, pero que no fue notificado a la autoridad sanitaria, además de que en ese momento se desconocía el agente causal.
No obstante, “mandaron carne de conejo a varios países, y en México se recibió vía Estados Unidos, a través de un contrabando. La enfermedad se estableció, pero afortunadamente logramos erradicarla, fuimos el único país a nivel mundial y así nos mantuvimos más de 30 años”.
Pero el virus mutó afectando ahora a especies silvestres, una nueva cepa del virus apareció en Francia en 2010, “un brote que no solo afecta a conejos domésticos, sino a los silvestres, incluyendo a liebres” propagándose en Europa.
“Tenemos datos de que en España se redujo de manera notable la población de águilas y linces porque perdieron el sustento que eran las liebres y los conejos”.
De acuerdo con el experto, en fechas recientes, la enfermedad apareció en British Columbia en Canadá, y “repentinamente apareció en Nuevo México, Estados Unidos, de ahí se detectó en Texas, California y Arizona, en los estados que colindan con México”.
El primer brote en Chihuahua
El primer brote de la enfermedad hemorrágica de los conejos se detectó el 3 de abril en corrales de traspatio en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. Según el oficio 293 del Senasica, se encontraron 30 conejos domésticos, de los cuales 13 enfermaron y 11 murieron, “presentaron muerte súbita y hemorragia nasal”.
De tal forma, tras realizar las pruebas correspondientes, el laboratorio de Bioseguridad Nivel 3 del Senasica reportó “resultados positivos a la Enfermedad Hemorrágica Viral de los conejos por la técnica diagnóstica de hemaglutinación”, y aclaró que dicha enfermedad es propia de la especie y no afecta al ser humano.
Desde ese momento, se informó a los cunicultores la presencia de la enfermedad exótica en el país, y el llamado a notificar cualquier sospecha; así cono reforzar las medidas de bioseguridad en sus unidades de producción; mientras que la Secretaría de Medio Ambiente también informó lo correspondiente a unidades de manejo ambiental y zoológicos sobre la enfermedad.
De acuerdo con Roberto Navarro, más del 80 por ciento de los conejos que se contagian mueren, y los que sobreviven se mantienen como portadores del virus.
“El periodo de incubación del virus es de 72 horas, para la gente que los observa, los conejos van a presentar una hemorragia nasal, eso es muy característico, pueden tener signos nerviosos, como pataleo, o estar en posición de arco. Al hacer necropsias podemos observar múltiples hemorragias en diferentes órganos que le causan la muerte y el órgano más dañado es el hígado”.
Ante la sospecha de esta enfermedad en conejos domésticos se debe notificar inmediatamente a los servicios veterinarios oficiales del Senasica al teléfono 800 751 21 00 o a través del teléfono celular con la app AVISE para que un médico veterinario oficial visite la unidad de producción, a fin de obtener muestras para el diagnóstico de laboratorio. En tanto, las autoridades recomiendan suspender la cacería de conejos y liebres silvestres.
OMZI