Sucedió en el zoológico Schönbrunn en Viena, Austria. Una madre primeriza paseaba con su hijo por el zoo cuando se detuvo a observar a un grupo de orangutanes en su jaula de cristal. Al cabo de un rato, al darse cuenta de que su hijo tenía hambre, se sentó frente al cristal a alimentarlo.
Fue en ese momento en el que tuvo lugar lo que seguramente fue uno de los encuentros más maravillosos de su vida, pues mientras amamantaba a su pequeño, una orangután se acercó al cristal en donde estaban recargados y comenzó a observarlos atentamente.
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Un vínculo nació mientras la humana y la orangután se miraban, y Gemma Copeland no dudó en compartir el video de su encuentro en las redes sociales, en donde rápidamente se volvió viral. En ella, escribió:
"Una orangután se levantó, llevó un trozo de tela a la ventana y se sentó conmigo. Me miró directamente a los ojos y luego levantó la mano como para tocar a mi hijo. Yo estaba asombrada de esta hermosa criatura".
Copeland relató que la orangután pasó cerca de media hora observándolos y tratando de interactuar físicamente con ellos. Los medios encontraron rápidamente la respuesta a este comportamiento, pues la primate, de nombre Sol, acababa de dar a luz a una cría muerta, según reportaron.
Su tragedia, hace que esta inusual interacción sea desgarradora y al mismo tiempo, despierte el doble de ternura y compasión entre los internautas.
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