Cada año, en esta temporada, es la llegada de los pelícanos a la zona sur de Tamaulipas. Su parada obligada es el mercado de mariscos La Puntilla, convirtiéndola en su hábitat a lo largo de 5 meses para después emigrar a Canadá.
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Existen otros que ya no regresan al norte y deciden anidar en los alrededores delrío Tamesí que conecta con el Pánuco. Ahora, comentan pescadores con menos aves que arribaron, pues para ellos si no hay pesca, por lógica, no hay comida. Dicho arribo se detectó desde noviembre del año pasado y emigrarán entre marzo y abril.
Dentro de esas pláticas con oferentes y personas dedicadas a la actividad, mientras limpian, preparan o empaquetan el pescado en un pasillo de dicho lugar comentaron que “antes no se podía pasar en lancha de tantas aves que llegaban del norte, se arremolinaban y hacían difícil atracar la embarcación; ahora son pocos los que hay”.
Añaden al mismo tiempo: “las aves ya saben cuándo llega una lancha, empiezan a hacer montón porque saben que hay desperdicios recopilados en una tara para alimentarlos”, explicó un comerciante.
Familias que van de compras al mercado quedan maravilladas al observar la gran cantidad de esta especie arremolinados. Eso que es común para los vendedores de pescados y mariscos, así como los lancheros, es un espectáculo natural de los visitantes.
Así, pescadores y comerciantes acostumbrados de alimentar a cientos de pelícanos, conviven diariamente con ellas en este mercado, asentado en los límites de las colonias Morelos y Cascajal.