En la localidad de Chachahuantla, perteneciente al municipio de Naupan, en el estado de Puebla, durante el virreinato se difundió la leyenda de la víbora blanca, la cual aseguraban protegía a los habitantes de esa zona.
Los ancianos del lugar, los más respetados y escuchados por todos, contaban que antes de la conquista, el Iztac Coatl, es decir, la víbora blanca, era venerado por los pobladores de Iztaccoatepec, como se le conocía a la región.
Narraban que para tal fin le hacían una gran fiesta y le colocaban ofrendas y presentes sobre el coatetl, el huevo de donde emerge, como agradecimiento de los bienes y parabienes del presente y del porvenir de ese paradisiaco lugar. Mencionaban que en el año de 1490, el Iztac Coatl se marchó en plena fiesta de veneración dejándolos solos con su festividad.
Explicaban que esto sucedió porque los habitantes se habían excedido en la celebración, llegando a tal grado de que en lugar de tronar cohetes, fabricaron “cambras” (tumbas construidas por debajo de las casas) y eso es lo que tronaron, provocando que el Iztac Coatl se espantara, saliera de su nicho, se enrollara sobre el coatetl y partiera rumbo al poniente.
También decían que en 1495, ya en la época de la conquista y la llegada de los españoles, junto con los frailes que venían evangelizando, les impusieron una nueva cultura y les afinaron el nombre de Chachahuantla como Iztaccoatepec.
En la actualidad no se sabe nada de ello, solo rumores de que dicha víbora fue a parar a un cerro llamado San Agustín de la Barranca, que se encuentra en el municipio de San Agustín Metzquititlán, en el estado de Hidalgo, donde según en la actualidad existe la abundancia natural que en un tiempo hubo en la localidad poblana.
Señalan que a partir de la partida de Iztac Coatl, los pobladores de Iztaccoatepec le siguen venerando, con la finalidad de que regrese a este lugar, ya que hasta la fecha no lo ha hecho.
Empero, se dice que el suceso más cercano a esta leyenda fue el día 2 de enero del 2008, cuando en las comunidades circunvecinas cayó una nevada y en el pueblo de Chachahuantla no cayó ninguna pizca de nieve, por lo que se considera que la Víbora Blanca o Iztac Coatl aún protege este lugar.
Vale decir que la comunidad forma parte de la región de la Sierra Norte del estado de Puebla, una zona muy montañosa, y que linda con el estado de Hidalgo. Las personas hablan náhuatl y español.
Iztaccoatepec, era el nombre utilizado por esta población antes de la llegada de los conquistadores españoles. La palabra proviene del náhuatl y quiere decir “pueblo de la serpiente blanca”; el topónimo está relacionado con la antigua religión de los antepasados del pueblo de Chachahuantla, pues la serpiente blanca no es más que otra manera de nombrar a la divinidad tutelar del maíz, Centéotl.
Posteriormente, después de la invasión castellana y con la transposición de nombres cristianos sobre las antiguas deidades nahuas por parte de los frailes europeos, la población toma la denominación de San Bartolo Iztaccoatepec.
Durante el virreinato de Nueva España, el nombre prehispánico desaparece y la localidad pasa a ser denominada pueblo de San Bartolomé.
A mediados del siglo XVIII, nuevamente aparece un nombre náhuatl en su denominación, y la población es conocida como San Bartolo Chachahuantla; Chachahuantla en idioma náhuatl significa “lugar donde abundan cristales de cuarzo”, ya que de uno de sus cerros se extraían dichos cristales.
AFM