Hollie Lowes, una madre de 24 años de Newcastle, falleció trágicamente debido a complicaciones relacionadas con el síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW), una condición cardíaca que provoca latidos anormales y rápidos.
A pesar de que los médicos aseguraron a su familia que los riesgos asociados eran bajos, menos de cinco meses después de dar a luz a su hijo, Hollie sufrió un paro cardíaco fatal.
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El diagnóstico y la tranquilidad inicial
Según informa el medio 'The Sun' Hollie fue diagnosticada con WPW, una condición que hace que el corazón bombee muy rápido, pero fue tranquilizada por los médicos de que los riesgos eran mínimos.
"Nos dijeron que no había riesgos relacionados con WPW y que Hollie podía continuar con su vida normal", comentó su hermana menor, Sophie.
Los médicos indicaron que en el peor de los casos, Hollie podría desmayarse o experimentar un ritmo cardíaco acelerado, sin mencionar la posibilidad de un paro cardíaco.
El día de Navidad del año pasado, Hollie entró en trabajo de parto a las 27 semanas. Ella y su pareja de 10 años, Kieran, permanecieron junto a su hijo Vinnie durante nueve semanas hasta que el bebé estuvo lo suficientemente fuerte para salir del hospital.
La familia disfrutaba de su tiempo juntos mientras se adaptaban a su nueva vida con el recién nacido, sin embargo meses después la vida de la familia daría un giro inesperado.
El 15 de mayo, Hollie sufrió un paro cardíaco inesperado en su hogar. Después de dormir normalmente la noche anterior, se despertó sintiéndose mal y le dijo a Kieran que sentía que se iba a desmayar.
Segundos después, se desplomó y dejó de respirar. Su madre y Kieran realizaron RCP y llamaron a emergencias. Su padre llegó con un desfibrilador y le aplicó varias descargas antes de que llegara la ambulancia.
"Si hubiéramos sabido que eso habría estado en juego, habríamos presionado para que nos hicieran chequeos regulares, pero nos aseguraron que todo estaba bien", dijo su hermana.
Hollie fue trasladada de urgencia a cuidados intensivos, donde permaneció durante nueve días. A pesar de los esfuerzos incansables de los médicos y enfermeras, Hollie falleció el 24 de mayo debido a un daño cerebral severo.
Los médicos confirmaron que el paro cardíaco fue causado por WPW, la misma condición que inicialmente aseguraron no era motivo de preocupación.
"Los médicos dijeron que el paro cardíaco fue causado por WPW, algo de lo que nos dijeron que nunca tendríamos que preocuparnos.
La familia y el legado de Hollie
La familia de Hollie está devastada por su pérdida. "Hollie era una persona increíble que siempre se esforzaba por ayudar a los demás. Era la persona más amable conocida por el hombre", expresó Sophie. Hollie será recordada por siempre por su amabilidad y espíritu.
El equipo de fútbol amateur Mickley Social FC, en la Hexham and District Sunday League, organizó un partido benéfico en su memoria este 23 de junio.
Sophie también ha lanzado una página de GoFundMe para ayudar a cubrir los costos del funeral de Hollie, crear un fideicomiso para su hijo Vinnie y aumentar la conciencia sobre WPW.
El síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW) es una condición cardíaca en la que existe una vía eléctrica adicional en el corazón. Esta vía extra puede causar episodios de taquicardia (ritmo cardíaco rápido), ya que interfiere con las señales eléctricas normales del corazón.
Cedars Sinai, un hospital universitario, explica: "El WPW generalmente no es un problema importante para la mayoría de las personas; se puede controlar o corregir con tratamiento. Sin embargo, existe un riesgo muy pequeño de paro cardíaco si el ritmo cardíaco se vuelve extremadamente rápido".
La familia de Hollie espera que su trágica historia aumente la conciencia sobre los riesgos asociados con WPW y prevenga futuras tragedias.