El viaje de Nikki Mark, una madre afligida, comenzó con un simple trayecto en automóvil después de un torneo de fútbol en San Diego junto a su hijo Tommy, de 12 años.
Aquel día, las preguntas existenciales de Tommy sobre la vida resonaron en su mente de manera imborrable. Sin saberlo, esas palabras se convertirían en una guía en los días por venir.
“¿Es posible irse a dormir y no despertar?” dijo Nikki, de 54 años, recordando que su hijo Tommy le preguntó. “Y luego, un par de minutos más tarde, dijo: 'Debe ser muy difícil para un padre perder a un hijo".
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Madre de Tommy creó una fundación en honor a su hijo
Tres días después de aquel viaje, la vida de Nikki dio un giro devastador cuando encontró a Tommy sin vida en su habitación. Tommy, un prometedor jugador de fútbol, fue víctima de una enfermedad cardíaca no diagnosticada, dejando a su familia sumida en la desesperación y el dolor.
"Nunca llegaba tarde a sus entrenamientos", dice. “Pero no se despertó. Él ya no estaba y de repente todo cambió”, compartipi Nikki para PEOPLE.
Sin embargo, en medio de la oscuridad, Nikki encontró una luz de esperanza. Decidió honrar la memoria de Tommy construyendo campos de fútbol de última generación para la comunidad.
Con una determinación inquebrantable, Nikki fundó la Fundación TM23 y comenzó a trabajar incansablemente para hacer realidad su visión, donde logró recaudar más de 2.6 millones de dólares.
Gracias al apoyo de amigos, vecinos y filántropos generosos, Nikki logró convertir su sueño en realidad. Dos campos de fútbol fueron construidos y se convirtieron en lugares de encuentro para la comunidad, proporcionando un espacio seguro y gratuito para que los niños y adultos disfruten del deporte que tanto amaba Tommy.
"Los campos no son sólo una forma de honrar a Tommy", dice. "En realidad, es para ayudar a satisfacer la necesidad de una ciudad que no tiene suficientes campos de juego para niños e incluso adultos".
Su hijo falleció por una enfermedad cardiaca no diagnosticada
Los días previos al fallecimiento de Tommy fueron marcados por síntomas preocupantes. A pesar de que se quejaba de dolores en el pecho, su médico los atribuyó a "dolores de crecimiento".
Trágicamente, estos síntomas eran señales de una enfermedad cardíaca no diagnosticada que acabó con su vida. Este diagnóstico erróneo subraya los desafíos y la complejidad que pueden surgir al identificar ciertas condiciones médicas.
Antes de su partida, Tommy, quien desde una edad temprana había expresado su deseo de jugar en Europa, experimentaba malestares físicos que fueron malinterpretados por los médicos.
Nikki recuerda cómo los cardiólogos pediátricos nunca habían enfrentado un caso similar, lo que resalta la rareza y dificultad de la enfermedad que cobró la vida de su hijo.
Nikki se enfrentó al difícil dilema de cómo seguir adelante y en medio de su dolor, encontró consuelo en la idea de honrar la memoria de su hijo construyendo los campos de fútbol en su honor.