El amor en positivo logra lo que parecía imposible. En marzo de 2015, Riona Kelly, de 35 años, madre de cuatro hijos, sufrió un derrame cerebral que la dejó paralizada de cintura para abajo.
El duro golpe no llegó solo. Su marido, con el que llevaba casada 14 años, le pidió el divorcio.
Riona encontró refugio en sus amigos más cercanos y en sus hijos, y centró todos sus esfuerzos en volver a caminar. Todo basado en su amor propio. Por y para ella. En este periodo Keith Mason, un exitoso ex jugador de rugby, se cruzó en su vida y la estuvo ayudando con la rehabilitación y el entrenamiento.
Keith y Riona se enamoraron y en cuestión de meses de duro trabajo, lograron que Riona aprendiera a caminar de nuevo.
En 2018, Riona sufrió un segundo golpe en la columna vertebral y, esta vez, la pareja está documentando el progreso de Riona y compartiendo sus avances en redes sociales, donde su historia se está siguiendo con mucho interés por parte de sus casi 40 mil seguidores.
grb