Con una perspectiva fuera de lo común, Sonia Singh una artista decidida se volvió viral al embarcarse en un proyecto peculiar pero impactante: quitar el maquillaje de las muñecas para darles un toque de realismo.
En lugar de adherirse a las convenciones habituales de embellecer las muñecas con mucho maquillaje, esta mujer ha optado por despojarlas de esas capas de color para ofrecerle a las niñas "muñecas que se asemejen a ellas".
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Sonia Singh, la mujer que decidió quitar el maquillaje de las muñecas
La artista Sonia Singh, harta por la apariencia excesivamente maquillada de las muñecas, emprendió una misión para transformarlas en representaciones más "adecuadas y naturales" de niñas de su edad.
Originaria de Hobart, Tasmania, Singh ha ganado miles de seguidores en las redes sociales gracias a su proyecto innovador y empoderador.
La inspiración detrás de este proyecto surge de la frustración de Singh al observar la apariencia artificial de muñecas populares como Bratz y Barbie.
Decidió abordar este problema de frente, explorando tiendas de segunda mano locales en busca de muñecas que necesitaran una especie de "recambio".
Con habilidad y creatividad, la artista procedió a transformar estas muñecas, despojándolas de su maquillaje excesivo, reduciendo el tamaño de sus labios y ojos, y confeccionando conjuntos más modestos.
Colaborando con su madre, quien se encarga de coser y tejer la ropa para las muñecas, Singh ha logrado convertir estas muñecas de moda en representaciones más identificables y realistas.
Su objetivo es ofrecer a las niñas muñecas que rompan con la imagen glamorosa de alto mantenimiento, proporcionando modelos a seguir más auténticos y genuinos.
Así surgió su idea de las muñecas sin maquillaje
Sonia Singh no solo canaliza su arte para abordar la problemática de la imagen corporal, sino que también se inspira en sus propias raíces humildes.
Creciendo junto a sus hermanas en Tasmania, jugaron con muñecas de segunda mano y juguetes caseros, conectándose con la belleza de la naturaleza que los rodeaba. La satisfacción de reparar y dar nueva vida a objetos desechados sigue siendo una fuente de inspiración para Singh.
"Mis hermanas y yo crecimos jugando con muñecas de segunda mano y juguetes caseros en el hermoso entorno natural de Tasmania", escribió . "Me encanta la satisfacción de reparar y reutilizar artículos desechados para darles una nueva vida".
El impacto de su trabajo se ha reflejado en las redes sociales, donde las comparaciones del "antes y después" publicadas en su cuenta de Instagram han generado un apoyo masivo, especialmente entre los padres.
Los comentarios resaltan la importancia de proporcionar a las niñas muñecas que se asemejen a ellas en lugar de imponer estándares de belleza inalcanzables.