La historia de Aprille Franks, una influencer estadunidense, es un relato sorprendente que muestra cómo la suerte puede manifestarse de formas inesperadas.
Con una modesta base de seguidores en TikTok e Instagram, Aprille se encontró con una inesperada suma de dinero en su cuenta bancaria: alrededor de 50 mil dólares. En lugar de enfrentar problemas legales, la joven decidió quedarse con el dinero y utilizarlo para adquirir dos casas y un automóvil.
Aprille, también conocida como una coach de estilo de vida y negocios con sede en Las Vegas, compartió su asombrosa experiencia en TikTok. Un día, recibió un correo electrónico en el que se le informaba que se había depositado una cantidad considerable de dinero en su cuenta bancaria. Al no estar esperando ninguna transferencia, asumió que se trataba de un error y se puso en contacto con amigos y familiares para indagar si alguno de ellos había realizado el depósito por accidente.
Tras no recibir ninguna respuesta, Aprille tomó la decisión de comunicarse con el banco para informarles sobre la situación inusual. Sin embargo, el banco se negó a aceptar que se había cometido un error y afirmó que la transacción era legítima. Preocupada por las posibles implicaciones legales, la joven decidió buscar asesoramiento legal y siguió las indicaciones de su abogado.
El letrado le aconsejó que presentara nuevamente un informe sobre el caso, documentara todo detalladamente y que no tocara el dinero durante 30 días.
Además, le sugirió que realizara una declaración pública en un periódico, para que cualquier persona que creyera que el dinero le pertenecía pudiera presentar un reclamo. Sin embargo, nadie se presentó para reclamar los 50 mil dólares, lo que llevó al abogado a confirmar que Aprille tenía derecho a quedarse con el dinero.
En otro video, Aprille reveló cómo utilizó el dinero inesperado. Compró dos casas, logrando revender una de ellas con grandes beneficios. Además, adquirió un automóvil y se permitió algunos caprichos con el resto del dinero.
Sin embargo, meses después, Aprille recibió una llamada de un abogado que exigía el reembolso en nombre del banco. Ante esto, Aprille se defendió argumentando que ya había informado del error y que el banco no había seguido sus propias políticas al no iniciar una investigación en los 10 días posteriores al depósito.
“Cuando me llamaron, la razón por la que no enviaron a la policía fue porque no era un acto criminal. Fue solo un error de aficionado en el banco, como si quienquiera que estuviera a cargo de eso, no lo hubiese hecho bien. No infringí la ley y sí, tuve suerte. Bien por mí. Así ha sido mi vida. Bastante afortunada”, expresó Aprille.
A.G.