Lulú y Pato logran matrimonio igualitario pese a discriminación

Su vida dio un giro repentino cuando se enteraron que estaban embarazadas; ésta es su historia.

Lulú y Pato logran matrimonio igualitario | Andrés Lobato
Leslie Mora
Puebla /

Lulú y Pato son un matrimonio igualitario que desde hace 15 años ha luchado por sus derechos ante la discriminación y trato diferenciado de la sociedad y las autoridades. En 2019, una de ellas se sometió a un tratamiento de reproducción por segunda vez, con la ilusión de ser madres y con ello formar una familia homoparental.

Lulú y Pato logran matrimonio igualitario |Andrés Lobato

Los resultados de la intervención hormonal sorprendieron a la pareja cuando se enteraron que estaban embarazadas, por lo que su vida dio un giro repentino pues se convertirían en una familia.

“Por segunda ocasión me sometí a un tratamiento de reproducción. Unos meses después, nos enteramos que seríamos mamás por lo que nos asesoramos para darle protección e identidad al hijo que ya estaba por nacer”, dijo Lulú.

En noviembre de ese año nació su pequeño, a quien con mucho amor recibieron en compañía de sus seres queridos que deseaban conocerlo, sin embargo, se enfrentaron a un trato discriminatorio cuando buscaron registrarlo con sus apellidos.

Lulú y Pato logran matrimonio igualitario |Andrés Lobato

En 2020 Lulú y Pato acudieron al Registro Civil de Tlaxcala para darle sus apellidos al recién nacido, sin embargo, les negaron este derecho por ser una familia homoparental, con la excusa de que los formatos no permitían que los tutores del menor fueran dos mujeres y que se necesitaba contraer matrimonio.

“Es lamentable el trato diferenciado de la sociedad, las autoridades y los funcionarios públicos. En 2020 nos imposibilitaron brindar un reconocimiento, una identidad y los derechos de la niñez”, relató.

Para dar cumplimiento al requisito, el 20 de febrero de 2021 unieron sus vidas de forma legal en el Registro Civil de Xaltocan y después buscaron registrar a su hijo.

“Con el fin de cumplir con ese requisito contrajimos matrimonio y después, casi de inmediato, acudimos e intentamos registrarlo como nuestro menor, con nuestros apellidos, con el apellido de sus madres y nos fue negado. Decían que los formatos no contemplaban dos mamás o dos papás, que solo era papá o mamá”, dijo.

Debido a que el menor no podía permanecer sin nombre y apellido, fue registrado con los datos de Lulú, quien es la madre biológica, sin embargo, esta decisión no estaba en sus planes.

Lulú y Pato logran matrimonio igualitario |Andrés Lobato

Al ser discriminadas, su abogado les recomendó acercarse a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) Tlaxcala, organismo que les brindó todo el apoyo para hacer valer sus derechos y tramitar un amparo.

“Nos acercamos y nos dieron todas las facilidades, un trato digno y dictaron medidas cautelares al Registro Civil para que hagan cumplimiento de darle identidad a nuestro pequeño, ya que están vulnerando todos sus derechos y los de sus madres”, comentó en entrevista.

En abril de 2022, la CEDH de Tlaxcala emitió una recomendación para el Registro Civil, en la que ordenaba girar el acta de reconocimiento con los apellidos de las dos madres, capacitación en materia de parejas diversas y realizar la celebración lo antes posible.

“El juzgado tercero de distrito del estado de Tlaxcala nos dio la razón. Nos dijo que sí procedía el amparo y tenemos razón en nuestros actos reclamados, que entre ellos fue la discriminación que sufrimos, el trato diferenciado, el interés superior de la niñez se debe de salvaguardar en nuestro menor, es decir, que debe ser susceptible a una identidad en este caso la afiliación jurídica doble”, aseguró la madre.

En entrevista para MILENIO Puebla, María Fernanda Domínguez, encargada de la Visitaduría de Género del CEDH Tlaxcala, reveló que el 10 de Mayo, Lulú y Pato celebraron el Día de las Madres al recibir el acta de comaternidad, con la que se reconoce que son las madres del pequeño de dos años.

Por último, Luz, mejor conocida como Pato, afirmó que las únicas barreras que han tenido es luchar contra la sociedad y algunos funcionarios públicos que no están familiarizados con las parejas y familias diversas, sin embargo, buscan construir un mundo mejor para las próximas generaciones.

“Queremos un mundo más inclusivo. De hecho, los niños que se desarrollan dentro de una familia homoparental o bajo el cuidado de una pareja lesbomaternal, crecen con una idea más abierta. ¿A qué me refiero? A que ellos se dan cuenta que amor es amor; por el mismo trato, la misma forma de educar, son niños que se desenvuelven un poco mejor, porque no tienen prejuicios”, finalizó.

AFM

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