Aunque no considera que haya iniciado formalmente una carrera musical, Saúl de los Santos, un joven de 22 años originario de Saltillo, Coahuila, ya es conocido por miles de personas gracias a las canciones de reguetón que convierte en versión post-punk.
“Mi primer encuentro con el reguetón fue a los 8 años. A esa edad no tenía ninguna identidad musical, la verdad me era indiferente cualquier tipo de género, por lo que no le tomaba importancia a las letras que se cantaban; al final era música, me gustaba y para mí sólo tenía la función de ambientar”, recuerda el músico sobre su primera impresión sobre el género que ha recibido innumerables críticas por motivos técnicos y líricos.
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Saúl, que admira a Ozuna por “su timbre vocal y algunas de sus canciones”, también es fan de Gustavo Cerati, Kashmir, Jot Dog, Lorde, John Mayer y 31 minutos.
“Nunca me pasó por la cabeza la idea de adaptar el reguetón a versiones post-punk, fue un accidente. A manera de broma hice una encuesta en Instagram preguntando si querían algún cover de “La Bebecita Bebelin” (al final iba a ser una canción completamente distinta, a lo que habitualmente iba dedicado todo mi contenido), pero dije ‘¿Por qué no?’. Tomé mi bajo y lo primero que pensé fue en una base de post-punk, por el mismo beat de reguetón”.
La respuesta en redes ante este tema fue abrumadora, pues la grabación se volvió viral, lo que “agarró en curva” a Saúl, quien nunca imaginó tal impacto, que le ha dado comentarios positivos, de personas que le agradecen por “ayudarlos a sobrepasar momentos duros en sus vidas”, y comentarios negativos, de que lo que hace “mancha el género, que hago plagio a algunas bandas, comparación con canciones”.
Pero el músico mexicano no se inmutó y siguió adaptando otros éxitos, tal es el caso de “Hawai”, tema de Maluma que resultó un gran desafió: “En particular ‘Hawái’ ha sido la más compleja (de adaptar). Los arreglos de bajo y guitarra los pienso mucho para que no caigan en monotonía y lleguen a aburrir”.
“Simplemente hay que tener presente que, si no te gusta algo, sal de ahí, esto sin perjudicar a otros. Vive y deja vivir. Arde más la herida el no aceptar que el reguetón está presente, ahora más que nunca. Es todo un negocio”, señala el joven sobre las personas que no toleran esta música.
“Si buscan generar un cambio, no van a avanzar si lo único que hacen es criticar, así no convences a nadie. Lo mejor que podemos hacer es asimilarlo, consumirlo y, conforme a esto, actuar. Toma tu instrumento favorito y pon todo tu corazón en él. La música es algo muy bello, no tiene reglas, es cuestión de esencia y humanidad, y aún existen personas que esperan que escuchar sea algo más que escuchar”, agrega.
yhc