A lo largo del territorio nacional es común encontrarnos con personas con su característica caja repleta de dulces caminando por las calles de las zonas céntricas, sobre todo en los lugares con playa, ofreciendo sus productos a la venta, sin embargo, es común que esta actividad sea implementada por niños de escasos recursos, que buscan apoyar al sustento del hogar ante las precarias condiciones.
Tal es el caso de un par de hermanitos que venden paletas en las calle del Cabo San Lucas, en Baja California Sur, los cuales tuvieron la fortuna de toparse con un joven caritativo que les dio uno de los mejores días de su vida.
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La historia se viralizó hace unos días, cuando Elías Guerrero contó lo sucedido a través de Facebook, donde también compartió fotografías de la experiencia.
El lunes 29 de mayo Elías se encontraba en el banco cuando se metió un niño a vender paletas, se trata de José de 11 años, a quien le dio dos opciones, comprarle una paleta o regalarle unos tenis nuevos.
"Vi su cara de ilusión, pero me respondió 'si quisiera los tenis pero esta mi hermano y no quiero tener algo y el no'. Le dije tráete a tu hermano y nos vamos por unos tenis para los dos", externó.Ante estas palabras, el niño salió corriendo y regresó con su hermano Pablo de 12 años, a quienes el joven preguntó si ya habían comido y respondieron que no, pero que no se preocupara, pues al rato irían a comer algo. Sin embargo, Elías no dudó en invitarles la comida en el lugar que eligieran, ante lo cual los pequeños incrédulos le comentaban que no querían que gastara, que no se preocupara.
Prefirieron comer gorditas de "Doña Tota"
Aunque tuvieron las opciones de ir a un restaurante de comida rápida, de hamburguesas o pizza, los niños prefirieron ir a comer gorditas de "Doña Tota". Después de comer algo, se les ofreció un juguete, pero de nueva cuenta se negaron, pero el joven insistió y los llevó a elegir algo en un supermercado, donde eligieron unos googles, ya que les gusta mucho ir a la playa.
Luego fueron a buscar sus tenis prometidos junto con calcetines y cuando todo parecía llegar a su fin, a un costado Elías vio un área de videojuegos y les preguntó si querían entrar, pero seguían pidiéndole que no se preocupara ni gastara en ellos, pero ante la insistencia, entraron a disfrutar de las atracciones del lugar como los niños que son.
"Con alegría en su rostro, alcancé a escuchar cuando el mayor le dijo al menor 'es Diosito, ya ves, el nos está dando bendiciones'. Se pusieron a jugar, la pasaron súper chido y cambiaron sus tickets", expresó su benefactor.
Al final se despidieron con un abrazo y el pequeño José le dijo que Dios le multiplicaría la ayuda, ya que fueron muy felices ese día.
"Justo iba a comprar algo yo aprovechando el hot sale (ni siquiera sabía qué quería) al final invertí en algo que vale la pena, la felicidad de los niños", finaliza el joven.
Esta publicación no tardó en viralizarse y en unos días ya ha sido compartida casi 7 mil veces, cuenta con más de 11 mil 700 reacciones y 826 comentarios, que en su mayoría agradecen el noble gesto de Elías, aunque no faltó quien señaló que no era necesario publicarlo, pero los mismos usuarios salieron a la defensa señalando que este tipo de publicaciones se hace con el objetivo de motivar a otros a también ayudar.
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