Martin Watts, un orgulloso papá en Reino Unido se tatuó en el pecho
la cicatriz de Joey, su pequeño hijo, quien fue sometido a una cirugía a corazón abierto que salvó su vida.
Cuando tenía un año, el pequeño fue diagnosticado con estenosis aórtica supravalvular, condición que se desarrolla durante la gestación y que causa un estrechamiento en una sección de la aorta.
La operación en la que ampliaron un vaso sanguíneo para que la sangre pudiera bombear mejor desde el corazón duró ocho horas y Joey pasó una semana en el hospital para su recuperación.
En entrevista con SWNS, la madre del pequeño, Leanne Watts relató que cuando Joey vió la cicatriz dijo "¿Es aquí donde me cortaron para arreglar mi corazón?", ellos respondieron que sí, pero que esa cicatriz era algo que debía portar con orgullo, y que no era algo por lo que debía avergonzarse.
Fue entonces que para reforzar esa idea, su padre se tatuó el pecho. Con esta acción también buscan crear conciencia y así recaudar fondos para
el Fondo de Cirugía Cardíaca para Niños de Leeds, en Reino Unido.
cjr