Don Lorenzo se dedica a la venta de coco en las calles de El Salvador, un buen día llegaron a ayudarlo pero él no se esperaba lo que le ocurriría después.
“Yo no tengo donde vivir pero nos sentimos bien porque tenemos felicidad”, él siempre se mostraba positivo día con día.
Un grupo de extranjeros que tienen una fundación llamada murphslife, quienes se dedican a ayudar a personas que lo requieran, llegaron a su puesto de cocos a comprarle varios de ellos, como pago le ofrecieron un billete de 100 dólares, él no los aceptó de momento pero tras varios intentos les dio las gracias y se fueron.
'El señor de los cocos' como le dicen en su tierra jamás imaginó que tiempo después regresaría los mismos estadounidenses y le darían la mejor sorpresa de su vida.
"Si gano un centavo, me siento bien y si no gano, me siento bien"
El sueño de Don Lorenzo era tener una bonita casa para vivir con su nieta y su hija, y la fundación cumplió su deseo, pues tiempo después lo llevaron a lo que sería su nuevo hogar, una vivienda de ensueño para don lorenzo y su familia, incluso realizaron un mural en homenaje a él, “El señor de los cocos”, con su típica vestimenta con sombrero y por supuesto rodeado de sus cocos.
“Esto es un milagro de él (Dios) y de usted”, dio las gracias por lo que ahora será su hogar, “se lo agradezco bastante”
“Este va a ser mi cuarto”, les dice a todos lleno de emoción.