Si frecuentas habitualmente tu vida social en Twitter, Instagram o TikTok, lo más normal es que en algún momento hayas leído frases tipo "stannear al cantante de K-pop de turno", "qué bien hice en stannear a Olivia Rodrigo", o simplemente, una orden del estilo "stan (inserte artista favorito)".
Pero, más allá de la persona a la que te pidan que stannees, ¿qué es eso de stannear y de dónde viene exactamente? Para salir de dudas, hace falta retroceder hasta el año 2000, cuando el k-pop apenas había salido de las fronteras coreanas, cuando Olivia Rodrigo ni había nacido ni era siquiera un proyecto.
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Un álbum que es algo menos conocido que el que sacó el protagonista de nuestro artículo, un chico de Detroit teñido de amarillo y que estaba rompiendo todas las barreras del rap y hip-hop. No hablamos de Vanilla Ice, evidentemente, sino de Marshall Bruce Mathers III, más conocido como Eminem.
En el 2000, Eminem lanzó el que para muchos es su mejor álbum hasta la fecha, 'The Marshall Mathers LP'. Una canción sobresalió por encima de todas en ese espectacular disco, convirtiéndose en un himno generacional y, quizás, en la cúspide de la carrera del rapero: 'Stan'.
Para quien todavía no conozca una de las mejores canciones del siglo XXI, 'Stan' narra la historia de un fan del mismo nombre obsesionado con Eminem que le va escribiendo cartas relatando su vida y lo mucho que le admira. Cuando esas cartas no tienen respuesta, Stan pierde el control hasta llegar a un trágico final.
La canción y el videoclip causaron conmoción en su lanzamiento, y pusieron a ojos de todos un problema que llevaba sin tratarse (con mucha menos crudeza) desde 'A Hard Day's Night, la película de The Beatles': hasta qué punto puede llegar la obsesión de los fans.
La evolución de la palabra
Como decíamos, 'Stan' se convirtió en uno de los pilares de la cultura pop de la primera década de los 2000, transformando poco a poco el nombre propio en un verbo con identidad propia. Si tenemos que señalar un momento clave de esta transformación, sin duda sería el 'Ether' de Nas, la canción (o más bien el diss) contra Jay-Z, que incorporaba la palabra 'stan' de manera peyorativa para meterse con el rapero.
Todo cambió desde entonces. Sin embargo, sorprende que fuera más de una década después, en pleno fervor de las redes sociales, cuando el ya renovado término 'stan', sin mayúscula, se integrara en el vocabulario de la generación Z, que o bien tenía un par de años o no había nacido, como Olivia Rodrigo, cuando Eminem se sacaba de la manga su gran éxito. Eso sí, el significado, o mejor dicho la forma de valorar la palabra, ha cambiado radicalmente.
El diccionario online de Oxford incluyó en 2015 la palabra 'stan' como definición de un "fan demasiado obsesionado con un famoso o celebridad en particular". Hasta ahí todo correcto. Lo curioso es que la palabra ha dejado de ser peyorativa.
¿Por qué ahora stannear es "bueno"?
Ya sea porque se desconoce el origen de la palabra o porque su uso la ha degenerado, 'stan' sigue haciendo referencia a un fan acérrimo que muestra su devoción por el artista que sea, pero en los nuevos tiempos se utiliza como algo positivo, como el seguidor idílico al que aspiramos ser, creando incluso una cultura Stan.
El stanneo en torno a la cultura pop existe desde tiempos de Elvis Presley, si no antes, pero fue con la Beatlemanía cuando alcanzó otra dimensión. Con la evolución de la sociedad y la mayor accesibilidad vía Internet con el stanneado y con el fandom que lo stannea, la evolución del Stan clásico a lo largo de las décadas es evidente. Ya no corre detrás de ellos por la calle ni grita sin razón aparente. Tampoco escribe cartas y cartas esperando respuesta. Ahora lo tiene mucho más fácil, porque gracias a las redes sociales, el contacto con sus ídolos es mucho más directo.
Pero claro, no dejas de ser uno más entre miles o millones de seguidores por todo el mundo. La globalización y sus cosas. Por tanto, la única forma que tienes de intentar separarte del resto es extremar el lenguaje con el que te refieres a él, para ganarte la simpatía del fandom, hacerlos reír y conseguir varios likes; o, como objetivo final, que tu amado artista, futbolista o celebrity de turno interactúe contigo de alguna forma.
Para lograrlo, lo habitual es tender a la exageración, a la idolatría que dejaría al Stan original en un fan casual, pero no real. El "mátame", el "muero", el "písame la cara", el "hazme hijos", el "házselos a mi novia"... Cada una de estas expresiones forma parte de la cultura 'neostanniana' de los últimos años, que también recoge como suyas frases hasta entonces reservadas a jergas diferentes, como el "YAS QUEEN" de la cultura afroamericana.
Estos términos se han añadido para dar un toque occidental en su expansión hacia el oeste a un término y a una cultura que ha resurgido de manera primigenia en Corea y entre el fandom del K-pop. De nuevo hay que hablar de este estilo de música, pero es que sin él y sin sus seguidores, la palabra 'stan' no sería en 2021 más que un simple recuerdo de la canción, de las zapatillas de adidas, del creador de Marvel y del padre de 'American Dad'. Y desde luego, nunca se habría utilizado como significado de lo que debería ser un fan.
Al margen de gustos, es evidente que la combinación entre kpopers y redes sociales ha blanqueado el término 'stan', despojándole de toda la negatividad que Eminem quiso darle en sus ocho minutos de videoclip. Y así, amigos, es cómo el nombre de una canción y el nombre de una persona obsesiva se convierten, dos décadas después, en la palabra de referencia entre los fans. Así es como se devalúa un término.
Dicho esto, stan Milenio.
arb