Stormy parece un niño común, sin embargo, posee el título de ser uno de los menores trans más jóvenes de Reino Unido, ya que había confesado a sus padres que no se sentía una niña, el sexo en que nació, cuando sólo tenía dos años.
Su padre, Matthew Stubbings, reveló en una publicación de LinkedIn, retomado por el diario británico Daily Mail en mayo pasado que su hijo, ahora de 4 años, confesó que quería ser varón. Él y su esposa Klara Jeynes, ambos de 44 años, originarios de Doncaster, habían tenido gemelas en 2017.
Sin embargo, sus padres sospecharon de Esmeralda, su original nombre, quien tenía comportamientos distintos a los de una niña desde los 18 meses de edad, ya que odiaba las cosas de niñas como atarse el pelo, usar vestidos y que, a los dos años y medio, le confesó directamente que no se sentía una niña, sino un niño.
La familia incluso planteó que hasta pudiera mostrar signos de "distrofia de género". Sus padres lo aceptaron y buscaron acompañar a su hijo en la transición, pero no fue sencillo ya que los demás debían aceptar la decisión de Stormy.
"Hay veces, bastante extrañas, en las que Stormy dice que es una persona no binaria. Si su comprensión de eso es correcta, no lo sé, pero principalmente, nueve de cada diez veces, dirá que es un chico", comenta el padre.
Su padre, quien es gerente de división de una empresa de mantenimiento de rutas, había escrito el texto buscando que la gente acepte a los demás por lo que son en la vida.
"Es uno de mis hijos, un chico radiante y feliz que ama su vida", escribió su padre en su LinkedIn. "Estoy tan orgulloso de que sepa quién es y que no se sienta perseguido por las normas sociales y prejuicios. Todos podemos aprender algo de este pequeño niño y yo lo hago cada día. Cada uno es diferente. Aceptar a la gente por quienes son es la única forma de fomentar la innovación, crecer y aprovechar lo mejor de cada uno", cerró.
Sin embargo, empieza el verdadero reto para Stormy... el que deberá ingresar a la escuela y que tenga problemas en los baños y vestidores de la escuela. Además, el colegio obligo a registrarlo con su nombre de nacimiento, lo que no es un muy buen antecedente para el menor.
Ahora se vienen varios desafíos para Stormy, ya que en septiembre comenzará su período escolar y su padre está preocupado de que el chico tenga problemas en los baños o los vestidores de la escuela.
Además, sus padres también consultaron con una clínica para reasignar el sexo masculino en Stormy, pero el equipo médico le sugirió esperar hasta que cumpla 10 años o comience la pubertad para el tratamiento.
dmr