Seguro te han robado el corazón, incluso tal vez la has alimentado y tienes muy probablemente una foto de ellas, pero detrás de su encanto las ardillas son un problema ambiental, y son portadoras de la rabia.
Este 21 de enero se conmemora el Día Mundial de la Ardilla, impulsado por la naturalista estadunidense Christy Hargrove, en 2001.
Para ambientalistas de la zona conurbada de Tampico es una especie que causa un desequilibrio ecológico y que la mejor forma de celebrarlo es a una sana distancia como actualmente se práctica para contener el covid-19, al asegurar que finalmente son una plaga.
La principal demanda solicitada a las autoridades federales es tener voluntad de hacer un censo para saber cuántos ejemplares hay de este peludo animalito, porque hasta el momento se desconoce ante la falta de una taxonamía.
Miguel Verástegui Cavazos, director del organismo no gubernamental Ambientam, dijo que la ardilla es una de las cinco plagas locales que están fuera de control, como la presencia de los mapaches en las escolleras de Madero, palomas, pez diablo y las abejas africanizadas, consideradas así por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
"Se consideran plagas de la zona por romper equilibrios ecológicos; habría que darle un tratamiento, un censo, ha que hace una serie de trabajos donde tiene que participar el área federal que es Profepa y Semarnat, porque es un animal silvestre y no está considerado como mascota", dijo.
Dañan la flora
El ambientalista indicó que las ardillas están consideradas como el principal mal por daños a la flora, por ello la importancia de un censo a fin de indentificarlas y saber en qué proporción creció.
Afortunadamente, dijo que lo que se ha logrado es dar pauta al censo de cocodrilo, especie endémica de la región que desde 1869 comenzaron sus registros.
"Lo impactante es que 28 estados cuentan con su libro de flora y fauna después de realizarse una taxonamía, Tamaulipas no lo tiene y se debe a presupuesto. Mientras tanto, esta semana se hará el censo del cocodrilo que son animales endémicos y así lo demuestra todos los registros de 1869, pero las ardillas no se veían en la zona, más que nada son especies invasora igual que el pez diablo", destacó.
Por su parte, Alejandro Deutsh Lozano de Ecología Tampico, comentó que la sobresapoblación de las ardillas es sin duda es una plaga y que debe atenderse.
"Eran aproximadamente dos especies endémicas de México, pero hay como 35 que se pudieron haber traído de otro lado; y al final se tornan como una plaga urbana", dijo.
El funcionario municipal indicó que existe la posibilidad de que haya gente que las tome y se las lleve para tenerlas como mascotas, señalando además no tener reporte de alguna agresión de parte de alguna ardilla.
"Es importante que la gente esté bien informada, que haga conciencia y sepa qué hacer respecto a las ardillas", destacó.
Llama a universidades a investigar a las ardillas
Verástegui Cavazos, refirió que las escuelas que son formadoras de profesionistas impulsen una investigación por la ardillas y de todos los animales catalogados como plaga ante la falta de una taxonamía.
"Esto es un conjunto de esfuerzos para crear proyectos para conocer mucho más de las ardillas, y la información es base para saber de ellas; necesitamos apoyo de las instituciones superiores que llevan las carreras de biología y de médico veterinario que aporten un granito de arena ante la problemática"
Como experiencia personal el ambientalista, recordó que un familiar suyo murió tras ser mordido por una ardilla, pues le dio rabia.
Asimismo, aconsejo a la población a alejarse durante época de celo, toda vez que su comportamiento es agresivo, y que se prevé entra en la primavera en el mes de marzo y abril.
Estos roedores prácticamente generan problemas al ambiente, comen los brotes y tallos tiernos de las plantas lo que frena el crecimiento, portan además de la rabia, la leptospirosis, que aquel que se contagia presenta síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza, sangrado, dolor muscular, escalofríos, enrojecimiento de los ojos y vómitos.
Por ello, es indispensable crear estrategias que den equilibro en su aparición y al mismo tiempo brinden los beneficios que necesitan los parques.