Toby y Shakira acompañan a don José en su camino de 10 kilómetros hacia su trabajo

La fidelidad de estos animalitos es ejemplar.

Don José y sus fieles acompañantes Toby y Shakira. Foto: Sergio Sánchez
Sergio Sánchez
Tampico /

A las 07:00 horas inicia el día para José Santiago, una persona que hace tiempo perdió su empleo pero ha encontrado el oficio de jardinero y pintor en Tampico, labor que lleva haciendo desde hace seis años en diferentes hogares donde ya lo conocen o es recomendado. 

Apenas terminó su desayuno, revisa la vieja bicicleta y empieza a colocar la herramienta, incluso con una larga escalera de siete peldaños. Ahí, afuera de su hogar le espera Toby y Shakira, dos perritos que en los seis años que tiene como jardinero, le siguen a todas partes y ahora se han convertido en sus amigos más fieles. 

Sobre el bulevar Adolfo López Mateos, justo frente a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, se observa a José pedaleando con fuerza, delante de él el par de perritos; el viaje ha iniciado, va desde la colonia Las Americas de Tampico, justo a la altura de la llamada Curva Texas, hasta la colonia Primero de Mayo de Ciudad Madero, una distancia de diez kilómetros que se hacen nada cuando se disfruta de un trabajo, de un paseo con agradable compañía. 

La escena llama la atención de los automovilistas que presurosos van detrás del volante, algunos lo ven con agrado, otros no tanto.

Recorre 10 kilómetros para llegar a su trabajo, acompañado de Toby y Shakira. Foto: Sergio Sánchez
“Vengo desde la Curva Texas y ahorita voy a podar unos árboles aquí a Madero; yo hago de todo, soy jardinero, pintor, voy hasta la colonia Primero de Mayo”, dice mientras toma un pequeño descanso junto a sus fieles amigos a quienes les da agua pues apenas van tres kilómetros y medio, falta mucho tramo por recorrer.

La carga que lleva sobre la bicicleta es pesada, una desbrozadora, una escalera que dobla el tamaño de su bicicleta rodada 20, tijeras jardineras, manguera. 

El sol no da tregua, eso lo sabe Santiago, por ello porta una vieja gorra, camisa de manga larga típica de un petrolero, un cómodo pantalón y sus tenis blancos, toma sus momentos de receso. 

“Estos perritos no son míos, el perro flaco se llama Toby, es de una vecina que trabajé con ella llevando a sus hijos a la escuela hace tiempo, este perrito siempre nos seguía aun andando en el carro, corría atrás de ellos. El perrito a mi ya me conoce, ahora me acompaña y como vengo despacito en la bicicleta pues me sigue desde hace como seis años”. 

El jardinero de la Curva Texas, sigue su camino, respeta los señalamientos viales, incluso hace alto en el semáforo “Si hay gente amable, gente que da el paso, pero hay otros que me mientan la madre. Va uno con la lengua de fuera, con el solazo encima del trabajo de todo el día y gritan ‘súbete a la banqueta cabrón’, me quedo viendo y como que entienden cuando me ven todo sudado y cansado”. 

De Shakira, una perrita blanca con machas de color café, dice que también era de otro dueño pero se le pegó a Toby y ahora siempre se acompañan, incluso tuvieron un cachorro. 

“Ahorita ya la esterilizó una señora, pero desde chiquita, Shakira se le pegó a Toby, yo le digo güero y a ella güera. La compañía de estos perritos es muy bonita, porque incluso me cuidan, no solo aquí en la calle sino también en mi casa. La fidelidad de estos animalitos es ejemplar, se han convertido en mis mejores amigos”, culminó.

aypc

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