En el mes de abril del 2009 un grupo de al menos 40 jóvenes que se identificaban con la tribu urbana de los “EMO” se dio cita al llamado que realizaba el grupo anti-emo de Tampico para enfrentarse y debatir ideas; la concentración terminó en una redada policiaca.
Durante el mes de marzo en la ciudad de México y Querétaro los emos fueron enfrentados por grupos rivales como anti-emos y otras tribus urbanas como los punks y góticos, quienes se sentían ofendidos por que la tendencia realizada por los emo, convertía su estilo de vida en una moda, por lo que realizaron llamados por internet para enfrentarlos en las plazas públicas.
Tamaulipas no fue la excepción, un grupo de estudiantes de una preparatoria en Tampico lanzó por YouTube un video en el que incitaban a agredir y golpear a los emos que se reunían con frecuencia en la plaza de armas de la ciudad.
En el video se observaba a un joven presentando la invitación al acto de violencia que estaba escrito con gis en un pizarrón, la cita era para el día 11 de abril en la Plaza de Tampico, el mensaje era agredirlos.
El video se hizo viral y se sumó a una convocatoria nacional de odio contra la tribu urbana que demostraba no ser comprendida por la sociedad, por su forma de vestir, la música que escuchaban y los lugares donde se reunían.
Emos y punks se unieron
El día llegó y parecía ser un día normal en la zona centro de Tampico, la población no sabía lo que pasaría esa tarde en el primer cuadro de la ciudad.
Al principio no había muchos jóvenes emo, solo algunos se habían dado cita a la hora señalada, al paso de los minutos llegó un grupo de punks, un grupo de jóvenes radicales que fungen como grupo choque en manifestaciones; la sociedad pensó que sería el primer enfrentamiento, no fue así.
El grupo de anarquistas se sumó al contingente de los 30 Emo reunidos en la estatua de Pepito el Terrestre y dialogaron con ellos, para mencionarles, que nadie debía ser molestado por su forma de pensar o de vestir, que aunque ellos no estuvieran de acuerdo con el estilo de vida EMO, ellos los apoyarán para enfrentar a los denominados anti-emo.
Del otro lado de la Plaza de Armas se reunían en un círculo los anti-emo, en su mayoría eran personas adultas, algunos, muy pocos adolescentes; este grupo se identificaba con tribus urbanas como góticos, metaleros y reggaetoneros.
Gritos, estoperoles y gas lacrimógeno
Los anti-emo se acercaron al grupo de anarquistas y emos que nunca se movieron del lugar en el que estaban reunidos mientras platicaban sobre las actividades que podrían realizar en conjunto para crear debates y foros multiculturales.
Natanel un joven punk, usaba un pantalón entubado decorado con estoperoles y un chaleco de mezclilla lleno de parches con mensajes anti-política, -- Se acercó al grupo de los anti-emo-- ¿Cuál es el problema con los chavos? gritó a la multitud.
Mientras la población se comenzaba a reunir, como si un circo se presentará en la ciudad, miraban asombrados las vestimentas de los emo y punks, comenzó la discusión.
Un representante de los anti-emo, respondió: “Sólo quieren copiar nuestros estilos y su música es una mierda”, ¡Que se mueran! se escuchó un grito entre la multitud.
Natanael, respondió: “Le pasó a ustedes, le pasó a nuestros papás y a nuestros abuelos, todos estamos incomprendidos, porque pensamos diferente, solo vive y deja vivir”.
La población que miraba, solo gritó “Así es, vive y deja vivir”, “Ellos no hacen nada”, “Hey pa fuiste pachuco” gritaban otros espectadores y curiosos que pasaban por la plaza de armas que se convirtió en una gran concentración.
Cuando el debate y enfrentamiento pasaba a un pacto de paz entre tribus urbanas, sonaron las torretas de un convoy de patrullas de la policía metropolitana que por las dos calles que rodean la plaza cercaban al grupo de jóvenes.
Sin preguntar los elementos de la policía comenzaron a lanzar gas lacrimógeno a todos los que estaban reunidos en ese punto de la plaza, motivo por el que civiles, adultos mayores, se alejaron del lugar y los emos y punks corrían a buscar ayuda por la agresión.
La policía comenzó a detenerlos y subirlos a las patrullas; además golpearon a mujeres que se resistían al arresto, lo que sería un diálogo entre jóvenes, terminó en una redada de tribus urbanas en la zona centro de Tampico.
JKSC