Los doctores informaron a Brittany Stineman que su hijo, que acababa de cumplir apenas 11 meses no sobreviviría más de dos años, pues fue diagnosticado con una enfermedad neuromuscular llamada Atrofia Muscula Espinal. Sin embargo y pese a los fatídicos pronósticos, sus vecinos le organizaron un desfile para celebrar ya su tercer cumpleaños.
La Atrofia Muscular Espinal (SMA por sus siglas en inglés), es una enfermedad hereditaria que destruye las neuronas que controlan la actividad cerebral voluntaria, que permite hablar, caminar, respirar y deglutir, no tiene cura ni tratamiento, por lo que la esperanza de vida de quien la padece es muy corta.
Sin embargo, este niño, llamado Nash desafió los pronósticos por lo que, a pesar de su debilidad inmunológica que le impide también convivir con las personas, sus vecinos quisieron encontrar la manera de celebrarlo, por lo que organizaron un gran desfile, en el que en más de 100 vehículos pasaron frente a su casa, llenos de gente que fritaba vítores al pequeño.
"La única pieza faltante de su vida es la interacción social, no puede estar rodeado de persona, pero ayer, sentí que esa pieza faltante estaba llena" dijo Stineman a CNN quien también afirmó que el apoyo de su ccomunidad la hace sentir más optimista de lo que está por venir.
Para que la celebración estuviera completa, no podía faltar el pudín de plátano, que es lo único que Nash puede deglutir, ya que normalmente tiene que alimentarse por una sonda.
Stineman organizó su propia organización sin fines de lucro llamada SMARD para apoyar a los niños con el mismo padecimiento y desde febrero de este año ha reunido más de 2 millones de dólares (39 millones de pesos) para este fin.
cjr