Shantania Beckford, una famosa influencer que habla sobre temas de belleza y que comparte su lujosa vida a través de internet reveló que no todo ha sido miel sobre hojuelas en su vida ya que desde muy pequeña tuvo problemas económicos viviendo en Inglaterra pero cuando su madre regresó a Jamaica, a sus 18 años, Beckford tuvo que valerse por sí misma y terminó sin casa.
El portal The New York Post explicó que la joven trabajó en una pollería local 45 horas a la semana para pagar su alquiler mientras estudiaba a tiempo completo en la universidad. Pero la vida le cambió una vez que emprendió como influencer y su vida cambió de no tener donde vivir a ganar cientos de miles de pesos al mes.
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La joven compartió que llegó un momento en el que se sentía sola y no veía salida de la situación hasta que funcionarios locales le dieron un hogar en un albergue en enero de 2012. Lamentablemente para Beckford entró y salió de refugios para personas sin hogar y viviendas de emergencia a lo largo de un año hasta que finalmente en enero de 2014 le dieron un departamento, lo cual agradeció Beckford.
"Mientras no tenía hogar, comencé a maquillar a la gente para videos y sesiones de fotos, principalmente porque estaba aburrida. Mantuve mi ajetreo del lado del maquillaje mientras intentaba encontrar un lugar para vivir.
"Estuve en un albergue por un tiempo y maquillaba a todas las chicas y organizaba sesiones de fotos para ellas. Todo el mundo estaba siempre en mi habitación, ¡era muy popular!".
En ese tiempo la joven empezó a trabajar y abrió su canal de YouTube hablando de estética y belleza para después comprar una cámara, luces y una laptop. Aprendió a editar y se empapó de los conceptos básicos de YouTube. En seis meses, la joven logró conseguir más de 10 mil seguidores.
Shantania, que ahora vive en Smethwick , cuenta con más de 300 mil suscriptores en su canal de Youtube y 200 mil en su Instagram, donde puede ganar hasta 3 mil libras (68 mil pesos aproximadamente) publicando anuncios para las principales marcas con las que trabaja. Pero ella dice que no se trata solo de números.
"Debido al lugar de donde vengo, siempre trato de ayudar a la gente", dice. "Cada pocos meses apilé todos mis paquetes de relaciones públicas y se los envío a personas que en realidad no tienen mucho.
"Me gusta ayudar y dar y hacer feliz a la gente. No quiero ser una persona influyente que simplemente se sienta y promociona productos".
JCM