Durante todo el año, la Virgen de la Inmaculada, recibe a miles de fieles en la Sierra Norte de Puebla, donde la imagen monumental enamora a todos quienes la miran y refrendan su fe en ella; pero durante su día de celebración, la iglesia de Chignahuapan, recibe un gran número de católicos que incluso viajan desde el extranjero solo para mostrar su devoción a ella.
Cada 8 de diciembre, los fieles creyentes de la Virgen de la Purísima Concepción, asisten a la Basílica Menor de Chignahuapan, para conmemorar el dogma católico proclamado en 1854, dónde se resalta que la Virgen María, se mantuvo libre del pecado original aún después de dar a luz a Jesús.
Pero en la Sierra Norte de Puebla, las celebraciones religiosas entorno a esta imagen, tienen un toque único en todo el mundo; pues el Pueblo Mágico de Chignahuapan custodia a la virgen más grande bajo techo de todo México y latinoamericana, misma que mide 12 metros de altura y que representa un tesoro de la cultura eclesiástica del país.
"Es hermosa, nunca había visto algo igual, nunca, es muy hermosa y me da paz, paz y seguridad porque yo sé que ella siempre nos está cuidado... ...y para como están las cosas en la actualidad, yo creo que es una gran esperanza el saber que ella, nuestra madre, siempre está ahí para nosotros"., relató Estela Tomei, mujer de la tercera edad que viajo desde El Paso Texas, para visitar a la inmaculada en Puebla.
Así como Estela, miles de fieles visitan los 365 días del año la obra del escultor y pintor poblano, José Luis Silva, desde 1999, a quien después de más de 22 años, le reconocen la gran labor que realizó al esculpir está obra.
"Es una belleza increíble la de esta virgen, hemos andado en algunas partes del mundo y nunca me había tocado ver una virgen tan, tan hermosa, ni en Roma, ni en Tierra Santa, es la virgen más hermosa que he visto en todo el mundo"., apuntó Fernando Quito, quien acudió a la Sierra Norte de Puebla en compañía de su esposa Lupita, quien no dejó pasar la oportunidad para enaltecer el trabajo depositado en la obra. "Es simplemente preciosa, no hay algo en particular que llame mi atención porque toda ella es hermosa, desde su rostro, la corona, la manera en que representa incluso al mal, los ángeles y toda ella, en su extensión, creo que representa de forma única la belleza y poder que siempre tiene el bien sobre el mal", refirió.
En Puebla es un orgullo constante presumir la imagen que ha cautivado los corazones de miles de fieles católicos de todo el mundo y en Chignahuapan cómo cada 8 de diciembre, las celebraciones a la inmaculada, son un recuerdo de que la fe mueve montañas y que las manos mexicanas son capaces de crear cosas únicas en el mundo.
CHM