La Cumbre ha abordado una crisis en la educación que ha visto cómo unos 147 millones de estudiantes han perdido más de la mitad de su instrucción presencial, desde 2020. En 2021, 244 millones de niños y jóvenes estaban sin escolarizar. La pandemia ha perjudicado el aprendizaje de más del 90% de los niños del mundo y la mitad de los países han recortado sus presupuestos de educación, lo que ha agravado la crisis.
Con el covid-19 exponiendo las fallas de los sistemas educativos, más de 130 países se comprometieron a reiniciar sus sistemas educativos y acelerar la acción para poner fin a la crisis del aprendizaje.
En la actualidad se calcula que el 64.3% de los niños de todo el mundo son incapaces de leer y comprender una historia, mientras que 840 millones de jóvenes abandonarán la escuela en su adolescencia sin cualificación para el trabajo del futuro, indica un comunicado hecho por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Secretario General y su enviado especial para la Educación Mundial, Gordon Brown, anunciaron conjuntamente el Mecanismo Internacional de Financiación de la Educación, el primer mecanismo de financiación de este tipo puesto en marcha en colaboración con los Gobiernos de Suecia, el Reino Unido y los Países Bajos, así como con el Banco Asiático y Africano de Desarrollo.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas la Educación, la Ciencia y la Cultura, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lanzaron Gateways to Public Digital Learning, una iniciativa mundial de múltiples socios para crear y fortalecer plataformas y contenidos de aprendizaje digital inclusivos.
También se dio a conocer un Compromiso de Acción sobre la Educación en Situaciones de Crisis, como un compromiso de los estados miembros y los socios para transformar los sistemas educativos para prevenir, preparar, responder y recuperarse mejor de las crisis.
Además, se anunciaron llamamientos a la acción para hacer frente a la crisis del aprendizaje mediante el impulso del aprendizaje fundacional y el avance de la igualdad de género a través de la educación, así como una Asociación para la Educación Ecológica desarrollada en respuesta al llamamiento del Secretario General de que la crisis climática es "una batalla por nuestras vidas".