A pesar de que el pensamiento del amor romántico es algo que le puede pasar a cualquier persona independientemente de su edad, es a los adolescentes a los que más afecta este tipo de idealización, ya que ellos apenas inician la búsqueda de experimentar el primer amor. Entonces empiezan, ayudados por las películas y medios de comunicación, a idealizar esta idea.
Vanessa Macías Gurrola, psicóloga clínica, explica que este tipo de amor es el que reflejan muchas plataformas de entretenimiento, el cual es un amor idealizado y de entrega total, el cual se ha presentado desde una edad temprana y que pocas personas o nadie les ha dicho otra forma de amar, la cual principalmente afecta a las mujeres porque se tiene la exigencia de entrega total.
“Simplemente podemos ver en las películas de Disney cómo es la entrega al otro y como es la mujer la que necesita sentirse rescatada por el otro, porque no es suficiente y no va a poder salir de su situación”. Igualmente señala que una de las características más relevantes acerca de este tipo de contenido es que siempre terminan con matrimonio, ¿pero qué pasa después?
Señala que este tipo de contenido no aborda temas como los retos que se presentan al conocer a la otra persona y cuando la conoces y pasa la etapa del enamoramiento y se puede ver en todo su esplendor aquellos aspectos que no se reconocían durante esa etapa. Es importante entonces que dentro de la relación haya una aceptación de la personalidad de la otra persona.
“Te acepto, no te voy a intentar cambiar y va a ser un acompañamiento hasta que sea sano”. Vanessa recalca que lo último es muy importante porque es necesario tenerse a uno mismo como prioridad dentro de sus vidas para llevar mejores relaciones.
Macías Gurrola señala que, un consejo que da en consulta cuando llegan temas del amor, es que la persona tenga un proyecto de vida y lo considere para sus decisiones personales. Así podrán buscar a alguna persona que tenga un proyecto de vida similar al del otro y tener una mejor convivencia a futuro.
Señala también que no es necesario que se acabe el amor para terminar una relación. Si los planes de vida cambian, si se quiere ir de la ciudad y la otra persona se encuentra estable y feliz en donde está o simplemente buscan algo diferente de sus vidas, se puede dejar ir al otro para que encuentren a una persona con la cual los proyectos compaginen y ser felices. “Te amo mucho, pero me amo más a mí y a mi proyecto de vida”.
Otro consejo que da es el buscar similitudes en la pareja que los puedan unir, sean estos intereses personales, gustos musicales o planes a futuro que se parecen al del otro y sobre todo la comunicación entre las dos personas para así solucionar cualquier conflicto que pueda haber en la relación, no evitarlo ni aplazarlo para poder tener un noviazgo sano.
Es necesario entonces, según Vanessa, que se les enseñe tanto a niños como a jóvenes lo que es un amor sano, en el que la comunicación esté presente y que no se llegue a técnicas de manipulación y a herir al otro como cuando se hace la “Ley del Hielo”.
Sugiere entonces que se deje de creer en el mito del amor romántico para incentivar relaciones afectivas saludables y comunicativas. Otro consejo que da es que familiares cercanos o amistades allegadas hablen con ellos acerca de sus experiencias en el amor y la convivencia en la pareja y recordarle a los jóvenes que las relaciones cambian y se adaptan, así que no serán lo mismo.