Actualmente en la educación el tema emocional se ha puesto sobre la mesa debido a las situaciones que los estudiantes enfrentaron frente a la pandemia de covid-19, la cual a día de hoy sigue teniendo estragos, por lo que considerar métodos que ayuden en la regulación emocional de los jóvenes en el aula puede beneficiarles a su concentración y equilibrio.
La maestra Ana Karina Chairez Medrano, catedrática de la Facultad de Lenguas de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), extensión Gómez Palacio, comenta que, a partir de que se tiene el programa y empezó a dar clases a futuros maestros del idioma, se dio cuenta de que hay mucha literatura sobre métodos y enfoques dedicados a ver resultados más académicos que emocionales.
“Siento que los métodos tradicionales tiende mucho a la memorización, pero no hay mucho que hable sobre las emociones o cómo manejar el estrés. Aunque se ha avanzado en la educación con temas como la inclusión, veo que el mindfulness sigue siendo un método poco convencional, porque hay una concepción muy vaga sobre el tema”, declara Ana Karina.
Al ser ella una practicante de esta técnica que ayuda a en la relajación y concentración de las personas para enfocarse en el aquí y ahora, decidió implementarlo dentro del salón de clases, pues esta técnica puede ser usada en diversos ámbitos, pese a que muchas personas lo relacionan con temas espirituales o en desarrollo personal.
Considera que en todos los lugares en donde haya relaciones interpersonales, se necesitan las emociones, y viendo que se utiliza incluso en el ámbito empresarial, se preguntó el por qué en la educación sigue siendo un estigma por la falta de información con respecto al tema, el cual solo busca que se vuelva al propósito.
“A veces nuestros alumnos están desconectados. Quieren estar ahí, pero no pueden por cómo se sienten debido a diversos factores personales y académicos por los que no se enfocan, al igual que el mindfulness nos ayuda a nosotros como maestros en temas emocionales, también. Siento que es muy interesante, porque el maestro además tiene que cultivarse”.
Esta práctica ayuda a los alumnos a enfocarse en lo que están haciendo en el momento, los relaja y prepara para el conocimiento que está por adquirir. Si bien, sí tiene que ver con la meditación, esta no tiene que ver con temas espirituales, pues ésta se puede dar en cualquier escenario, pues la práctica consiste en concentrarse en la respiración y buscar la relajación por ese medio.
Beneficios del mindfullness en la enseñanza
Chairez Medrano informa que hay bastantes beneficios con esta práctica en el salón de clases, pues ayuda a tener un estado de consciencia plena, vivir las emociones, autoconocimiento, entre otras cosas. “Practicar el mindfulness te cultiva de muchos valores, como la compasión contigo mismo, el perdón y evitar el juicio ligero”.
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Además, también señala que los alumnos aprenden mejor, se conectan con el grupo y, con un buen liderazgo en este tema, se pueden tener resultados satisfactorios a nivel académico y emocional, no obstante, informa que hay muchos maestros temerosos ante temas emocionales, pero es cuestión de cambiar las perspectivas.
“Incluso hay una técnica llamada mindfull walking, en el que se pide caminar de 5 a 10 minutos de manera consciente, conectando con la respiración, el movimiento, el entorno, etcétera, un aspecto que incluso puede ayudar a los más pequeños.
Aconseja a los maestros que desean aplicar estos conocimientos que, pese a las críticas que puedan llegar a tener, es muy importante que se les enseñe a las generaciones que vienen este concepto, por las situaciones emocionales y sociales que vivimos, por lo que ampliar las visiones es crucial para ayudar a los jóvenes.
“Las emociones influyen para bien o para mal en nuestras funciones como maestros, entonces si el mindfulness nos puede brindar opciones, ¿por qué no implementarlas? Vale la pena arriesgarse”.