“La sexualidad y la identidad de género se descubren, no se eligen”, menciona Cecilia González Garay, psicóloga con maestría en Sexología tras advertir que es de suma importancia comprenderlo, pues así podremos entender la diversidad de la sociedad en la que habitamos y aceptar todos los colores que podemos encontrar en ella.
Agrega que al igual que con los adolescentes y adultos, existen menores que, desde muy temprana edad, saben que no cumplen con los estándares. Al respecto la especialista menciona que las infancias disidentes son los menores que se separan de la idea común de la heteronormatividad, término que sustenta lo “normal” en ser hombres o mujeres císgeneros (personas conformes con el género asignado por su sexo biológico) y heterosexuales.
González Garay señala que es importante tener en cuenta que la sexualidad y la identidad de género se descubren a una edad entre los dos y tres años, pues desde su perspectiva hablar del tema es importante, pues son ellos quienes están siendo vulnerados al no ser reconocidos ni nombrados.
Citando a la ex diputada e integrante de la Comisión de Derechos humanos, Lorena Ayala, Cecilia indica que México ocupa el segundo lugar en crímenes de odio contra las disidencias, siete de cada diez personas de esta comunidad son discriminadas y el 75% recibe hostilidades en el ámbito laboral. La esperanza de vida de una mujer transgénero en el país es de 35 años, cuando el de la población en general es de 77.
“Esto por señalar algunos datos de la realidad en la que vivimos y en la que crecen las futuras generaciones, que podrían formar parte de la comunidad LGBTQI+, entonces, su vida estaría en riesgo, por simple hecho de ser”, declara Cecilia González,
En cuanto a la negativa de los adultos al negarles a los niños información acerca de diversidad sexual e identidad de género, declara que es incongruente, siendo que desde pequeños hemos escuchado comentarios despectivos y humillantes hacia la comunidad. “Entonces, no nos engañemos, siempre ha existido educación con relación a la diversidad sexual, una llena de prejuicios, basada en odio, discriminación, faltas de respeto e intolerancia”.
Para las personas que piensan tener hijos, González Garay solicita que se cuestionen seriamente, se eduquen y trabajen en ellos para poder criar a un ser humano en libertad, dejando los prejuicios e ideas preconcebidas sobre el mundo a un lado, por lo que recomienda la terapia para este arduo trabajo.
Igualmente para los que ya son padres recomienda la educación y actualización eterna, ya que este es un trabajo de todos los días, por lo que hay que darle a la maternidad y paternidad el esfuerzo que se requiere para criar generaciones más sanas, en la que la diversidad sea un tema sin tabúes, y así se fomente el respeto hacia ella desde una temprana edad.
Así si son parte de la disidencia nunca tendrán que salir del clóset y si no lo son, el respeto y amor serán estandartes en su vida. También invita a que los padres no tengan miedo de que convivan con personas de la comunidad, pues es falso que puedan confundirse, ya que la sexualidad e identidad de género se descubren desde pequeños.
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Por último, Cecilia menciona que visibilizar a las infancias disidentes con relación a la diversidad sexual brinda la oportunidad de cumplir con sus derechos al igual que los de los adultos. Existen especialistas que pueden acompañar en ello y es normal tener dudas, por lo que ser compasivos consigo mismos y acudir a pedir orientación es la mejor opción.
También exhorta a cualquier profesionista a la formación desde una perspectiva de género, para poder ofrecer espacios seguros, libres de discriminación y un acompañamiento con ética profesional. “Sigamos luchando por garantizar la vida e integridad de esta comunidad en espacios tanto públicos como privados y sobretodo que sepan que no están soles, tienen un respaldo que les acompaña en su lucha, comprometidas con la causa”.