Los derechos reproductivos y sexuales de los adolescentes y jóvenes son muy importantes, ya que de ellos esta población podrá tomar mejores decisiones con respecto a su vida y a sus planes de desarrollo personal, tales sean el estudio o el desarrollo profesional. No conocerlos implica un sinfín de problemáticas como el embarazo adolescente y de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS).
De acuerdo a un boletín de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México ocupa el primer lugar en embarazo adolescente, con una taza de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad. Además, en el área de enfermedades de transmisión sexual, en el país tuvieron un acelerado crecimiento de 186.4%, al comparar datos de la semana 26 de 2020 con los de 2021, según datos de la Secretaría de Salud.
Los derechos sexuales responden a las distintas necesidades humanas en torno a la sexualidad, son el pilar de los diversos valores que nos enseñan en la infancia, adolescencia, juventud o en la vida adulta como es el respeto, la libertad, la empatía, la igualdad, la autonomía, etcétera. Es por ello que es relevante conocerlos, reporta el Instituto Nacional para Mujeres.
Jessica Guadalupe Casillas Ontiveros, psicóloga con maestría y especialidad en sexología egresada de la Universidad Autónoma de Durango (UAD), menciona que es importante conocer estos derechos ya que los adolescentes y jóvenes pueden llegar a ser manipulables al desconocerlos y en el caso de las mujeres que conozcan sus oportunidades, como la autonomía corporal y sentimental para vivir una vida sexual plena y consensuada.
“Hágase lo que se haga, siempre tienes que pensar en que no vas a transgredir los derechos de las personas que tienes enfrente, no vas a violentar ni física, emocional y mentalmente”, menciona. Igualmente para las personas que viven con una orientación sexual diferente a la heterosexual, les beneficia conocer que tienen derecho a vivirla sin prejuicios.
De los aspectos más importantes que señala Jessica, se encuentra la dignidad, que a sus palabras es “me respeto a mí misma para poder pedir respeto con el de enfrente”. Además, gracias a estos derechos, los adolescentes pueden obtener información verídica, sin tabúes, acertada y de acuerdo a la edad, lo que aplica también al preescolar.
“La sexualidad abarca desde la amistad, como es sentirse hombre y mujer. Es desde el desarrollo, lo afectivo, la amistad, la ternura. Engloba diferentes áreas: la sexual, la afectiva, fisiológica, ética y al conocimiento propio. Todo se enrola en la sexualidad”.
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¿Cuáles son estos derechos?
Los derechos sexuales y reproductivos, publicados por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado son los siguientes:
- Derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre mi cuerpo y mi sexualidad.
- Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual.
- Derecho a manifestar públicamente mis afectos.
- Derecho a decidir con quién o quiénes relacionarme afectiva, erótica y sexualmente.
- Derecho a que se respete mi privacidad y a que se resguarde mi información personal.
- Derecho a la vida, a la integridad física, psicológica y sexual.
- Derecho a decidir de manera libre e informada sobre mi vida reproductiva.
- Derecho a la igualdad.
- Derecho a vivir libre de discriminación.
- Derecho a la información actualizada, veraz, completa, científica y laica sobre sexualidad.
- Derecho a la educación integral en sexualidad.
- Derecho a los servicios de salud sexual y reproductiva.
- Derecho a la identidad sexual.
- Derecho a la participación en las políticas públicas sobre sexualidad y reproducción.
Con ellos, se garantiza que los adolescentes y jóvenes que deseen iniciar su vida sexual puedan hacerlo teniendo en cuenta de que es su derecho recibir información sobre ella y a tomar las decisiones que crea conveniente, siempre y cuando no sean perjudiciales para su vida.