Durante estas fechas decembrinas, es común que se tengan las posadas, y en muchas ocasiones las bebidas calientas terminan siendo parte esencial de estas festividades, pues con el frío terminan ayudando a temperar el cuerpo, además de ser deliciosas, como lo es el caso del ponche, tradicional en estas festividades.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera señala que originalmente esta bebida proviene de la India, del hindi “pãc”, que significa cinco, correspondiente al número de ingredientes que originalmente lo componían (aguardiente de vino de palma, azúcar, limón, agua y té); posteriormente se derivó del inglés “punch” una vez introducido en Inglaterra.
Además de darnos calor y quitarnos el frío, el ponche aporta múltiples beneficios a nuestro cuerpo y a nuestro sistema inmunológico si lo consumimos con moderación (una porción, una a dos veces a la semana), debido a la variedad de sus ingredientes, los cuales aportan vitaminas, minerales y antioxidantes, señala la asociación civil El Poder del Consumidor.
La variedad de frutas depende de la región en la que el ponche sea preparado, además de que el alcohol en estas bebidas es opcional, de modo que se puede hacer sin ese ingrediente para ser consumido por toda la familia. Usualmente, el ponche tradicional que se hace en México lleva manzana, guayaba, tejocote, tamarindo, caña de azúcar y jamaica.
Al ser una bebida que se exparció a lo largo del mundo gracias a la conquista de Inglaterra a India, el ponche tiene variaciones alrededor del mundo, como lo es el Glühvein, una bebida caliente alemana que lleva como base el vino tinto con especias y zumo de naranja, sin embargo existe una versión infantil que emplea el jugo de naranja, de manzana o cualquier otra fruta como base.
También existe el Eggnog o Ponche de huevo, una bebida originaria de Gran Bretaña a base de leche y este producto de origen animal que le proporciona textura y densidad parecida al rompope, acompañado de vainilla, canela y nuez moscada.