¿Tu hijo no quiere comer brócoli? Sigue estos consejos

A pesar de que puede haber un miedo de que los niños no consuman los suficientes nutrientes por no aceptar ciertos alimentos, esto puede cambiar con el tiempo.

Los caprichos alimenticios se pueden quitar conforme se acostumbra al niño a todos los alimentos. (freepik.es)
Karla Rodríguez
Torreón, Coahuila /

Si eres padre o madre de un niño pequeño, es probable que hayas tenido problemas con él a la hora de comer. Los caprichos con la comida son una preocupación habitual para los padres y madres de todo el mundo. De hecho, a muchos les preocupa que, al ser el menor poco cooperativo durante las comidas, no esté recibiendo la diversidad de nutrientes que necesita.

Y es que no es para menos, pues si no consumen la mayor cantidad de nutrientes puede traer problemas como la emaciación (peso menor del correspondiente a la tallas), retraso del crecimiento, incluso sobrepeso u obesidad, lo cual les puede llevar a futuro en problemas de salud mayores, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, los gustos y preferencias alimentarias de los niños pequeños cambian de un día para otro y pueden ser difíciles de seguir o de incitar a algo nuevo. Por ello es que la UNESCO presenta consejos que ayudarán a lidiar con una niña o un niño caprichoso con la comida en casa.

Si no lo consigues a la primera, inténtalo de nuevo

Un niño pequeño puede necesitar probar un alimento nuevo más de diez veces antes de decidir si le gusta. No hay por qué preocuparse. Introduce nuevos alimentos de forma gradual y vuelve a intentarlo con los que no han funcionado.

Ofrécele alimentos nutritivos variados

Aunque tu hijo no se coma todo lo que le ofrezcas, lo importante es proporcionarle una gran variedad de alimentos nutritivos entre los que elegir. Deja que explore los diferentes colores, texturas y sabores de frutas, verduras y otros grupos de alimentos:

  • Cereales, raíces, tubérculos y plátanos hortaliza
  • Legumbres (judías, guisantes, lentejas), frutos secos y semillas
  • Productos lácteos (leche, yogur, queso)
  • Carne, pescado, carne de ave
  • Huevos
  • Frutas y verduras ricas en vitamina A
  • Otras frutas y verduras

Trabaja en equipo

Cuanto más participe tu hijo o hija en la preparación de su comida, más probable será que se la coma. Acciones como llevarlo al mercado y dejar que elija o asignarle una tarea adecuada a su edad lo harán sentirse orgulloso de su propia creación y con ganas de probar lo que ha elaborado.

Confía en sus instintos

No te pelees con tu hijo o hija porque no se haya terminado toda la comida. Si se niega a comer algo o se come solo una pequeña cantidad, no pasa nada. Es importante que los niños aprendan a escuchar al cuerpo y a entender las señales de saciedad.

Ofrécele raciones pequeñas

Los bebés y los niños pequeños tienen un estómago mucho más pequeño que el de los adultos, así que será mejor asegurarse de ofrecer a tu hijo una cantidad de comida nutritiva adecuada para su edad y elógialo cuando coma.

No utilices la comida como recompensa

El hecho de utilizar la comida como premio por un buen comportamiento hará que los niños consideren algunos alimentos como «buenos» (por ejemplo, los dulces) y otros como «malos» (por ejemplo, las verduras). Esta forma de razonar puede llevar a unos hábitos alimentarios poco saludables en la edad adulta.

Sé un buen modelo de conducta

A los niños pequeños les gusta copiar el comportamiento de los adultos a los que quieren y en los que confían. Si tu hijo te ve comer alimentos saludables o algún alimento que nunca ha probado, es más probable que quiera probarlo él también.

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